Imaginar a José pidiéndole a Jesús que vaya al campo a probar
el yugo recién terminado… y a Jesús obedeciendo enseguida y dándole su opinión…
¿cómo decirlo? Me conmueve, la verdad sea dicha.
Difícil esta “nueva normalidad” que agarra a tanta gente sin
saber qué pasará con su trabajo… José vivió esta inseguridad: debió escapar a Egipto (con expresión preocupada lo pintó Murillo, con toda razón) y abrirse camino en ese país extraño... Años más tarde volvió a Nazaret y vuelta a empezar...
Nada le fue fácil, pero disfrutó de la vida de familia con Jesús y María. Le pido a san José que despierte en los corazones de todos, sentimientos de serenidad y solidaridad, de desprendimiento, de misericordia, de humanidad, de magnanimidad. Y mucha fe en su intercesión delante de Dios: ¡San José, campeón, ayúdanos!
Nada le fue fácil, pero disfrutó de la vida de familia con Jesús y María. Le pido a san José que despierte en los corazones de todos, sentimientos de serenidad y solidaridad, de desprendimiento, de misericordia, de humanidad, de magnanimidad. Y mucha fe en su intercesión delante de Dios: ¡San José, campeón, ayúdanos!
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