Páginas

sábado, 23 de febrero de 2019

FRANCISCO ABRIÓ UNA VENTANA


Ayer, fue una mujer la que "obligó" al Papa Francisco a abrir una ventana de la Iglesia. Así tenía que ser, es lo natural.

Una madre, una mujer de su casa, hace todos los días una serie de tareas que forman parte de su mismo ser: las realiza porque sí, diría, porque no puede no hacerlas. Y son esas tareas, precisamente, las que hacen de una casa un hogar y crean familia. Ella es la que ve, por ejemplo, que un vidrio está sucio, que en un rincón falta una planta, que… ¿para qué seguir? Esa es la experiencia universal (gracias a Dios). Las mujeres van haciendo, sin aspavientos ni declaraciones solemnes, muchas veces sólo con su presencia amable y elegante… Es el genio femenino, tan glorificado por san Juan Pablo II.  

En la “cumbre” del Vaticano sobre la protección de los menores en la Iglesia, fue una mujer la que, sin proponérselo, provocó que el Papa Francisco abriera una ventana por la que puede entrar un sol extraordinario. (Por favor, recen mucho para que los eclesiásticos no la cerremos).

Su nombre es Linda Ghisoni, tiene 54 años, es casada y madre de dos hijos. Doctora en Derecho Canónico y profesora, ocupa un cargo de responsabilidad en uno de los organismos de la Santa Sede.



Ella, como otros expositores (cardenales, obispos…) expuso también, con excelente nivel profesional, sobre el tema de la protección de los menores en la Iglesia. El caso es que al terminar, el Papa, que había escuchado a los oradores precedentes sin intervenir, se sintió motivado a hacerlo. Dijo lo siguiente (traducción y destacados míos):

Escuchando a la doctora Ghisoni he sentido a la Iglesia hablar de sí misma. Es decir, todos nosotros hemos hablado sobre la Iglesia, en todas las intervenciones. Pero esta vez era la Iglesia misma la que hablaba. No es solamente una cuestión de estilo, es el genio femenino reflejado en la Iglesia, que es mujer.

Invitar a hablar a una mujer no es entrar en la modalidad de un feminismo eclesiástico, porque al final un feminismo así termina siendo un machismo con faldas… No. Invitar a hablar a una mujer sobre las heridas de la Iglesia es invitar a la Iglesia a hablar de sí misma, sobre las heridas que ella tiene. Y pienso que este es el paso que tenemos que dar con mucha fuerza: la mujer es imagen de la Iglesia, que es mujer, es esposa, es madre.

Un estilo. Sin este estilo hablaremos del “pueblo de Dios”, pero como una organización, como una fuerza sindical, pero no como familia que nace de la madre Iglesia.

La lógica del pensamiento de la doctora Ghisoni ha sido justamente el de una madre, y ha terminado relatando lo que sucede cuando una mujer da a luz un hijo. Es el misterio femenino de la Iglesia, que es esposa y madre. No se trata de darle a la mujer más funciones en la Iglesia –sí, esto está bien, pero así no se resuelve el problema-: se trata de integrar en nuestro pensamiento a la mujer como figura de  la Iglesia. Y pensar también la Iglesia con las categorías de una mujer. Gracias por su testimonio.

Reitero lo dicho: motivado por una mujer, con sus palabras improvisadas Francisco abrió en la Iglesia una ventana, para que entre el sol y el aire limpio, la alegría propia de la mujer, su divino misterio de ser madre, su "genio". Así, no habrá lugar para la más mínima expresión de “clericalismo”. En cambio, aprendiendo de la Madre y de sus hijas, la Iglesia podrá superar la oscuridad de estos tiempos.


miércoles, 13 de febrero de 2019

EL MUNDO EN LLAMAS


Quería decirles algo sobre el último de los libros que leí en estas dos semanas. Como verán, tiene mucho parentesco con EXTRANJEROS EN TIERRA EXTRAÑA, que mencioné anteayer.

Es también de un obispo de Estados Unidos, que lleva apenas tres años y medio como obispo auxiliar de la Diócesis de los Ángeles. Se llama Robert Barron y en Estados Unidos es, desde hace bastantes años, el predicador de televisión más conocido. Es un hombre con gran dominio del lenguaje de la televisión, es muy claro explicando las verdades de la fe y tiene una comunicación muy inmediata con el público.


El libro que leí de Robert Barron se titula ENCENDER FUEGO EN LA TIERRA. Y el subtítulo, ANUNCIAR EL EVANGELIO EN UN MUNDO SECULARIZADO. El título del libro tiene su explicación, porque Barron es el director de una plataforma multimedia que se llama El mundo en llamas, World on Fire. Esta plataforma reúne toda una serie de recursos audiovisuales que van desde libros hasta composiciones musicales originales, pasando por blogs, películas y documentales, y tiene también un canal en YouTube que suma más de 33 millones de visualizaciones.

Hecha la presentación del personaje, les decía que el libro ENCENDER FUEGO EN LA TIERRA está emparentado con el de monseñor Chaput, EXTRANJEROS EN TIERRA EXTRAÑA, y con otros títulos que están apareciendo en diversos países de Europa y América. ¿Cuál es el común denominador?

El común denominador es que en el año 2019 en el que estamos, el sistema de valores cristianos sobre el que se apoya la sociedad –y esto ocurre en Estados Unidos, en Europa y en Uruguay- ya no está vigente, los tiempos han cambiado. Lo que reina es la indiferencia religiosa, el relativismo, el materialismo, el nihilismo, es decir, el rechazo de todos los principios religiosos y morales, creyendo que la vida no tiene ningún sentido…

En este estado de cosas, nosotros, que tenemos fe en Dios, que creemos firmemente que Jesucristo vive, que Él es el Camino, la Verdad y la Vida, que esta vida tiene sentido en cuanto que es un tiempo para conquistar la otra, la que no tendrá final… en fin, sabiendo todo esto y bastante más, ¿qué tenemos que hacer?

Creo que a nadie le sorprende esta pregunta… Sería como estar pensando, ¿y hay que hacer algo?... Yo soy una buena persona, no hago mal a nadie, que me dejen tranquilo… Dicho de otra manera, sería como estar viajando en el Titanic y no caer en la cuenta de que el barco se está hundiendo, y que si me quedo en el camarote…

En los libros a los que me refiero, y en la experiencia de todos los días, ¿quién no se da cuenta que, de seguir así, nos vamos a pique? Nos ahoga el relativismo, el hacé la tuya, el nada es verdad ni es mentira, ¿qué hacemos?



domingo, 10 de febrero de 2019

EXTRANJEROS EN TIERRA EXTRAÑA


Buenos días, amigos, soy el P. Jaime, Obispo de Minas. Así empiezo, de lunes a sábado, desde mayo de 2017, un audio de cinco minutos que llega a… no se cuántos miles de personas. Tengo el propósito de ir publicando los audios aquí y empiezo ahora, después de un par de semanas de vacaciones. (Si alguno quiere recibir los audios, por favor mándeme un mensaje por Whatsapp al (598) 093990038).-


Estoy muy contento. Sin duda que el descanso ayuda a cultivar la serenidad y la alegría, pero sobre todo estoy contento porque en estos últimos quince días pude disfrutar leyendo algunos libros. Esto, de por sí, es importante: leer libros. Lo subrayo porque, en este tiempo acelerado que vivimos, es muy fácil dejarse llevar por la precipitación y dedicarse a la lectura de lo que te llega en el celular, viendo videitos o informándose poco más que con titulares de noticias y algunos tweets. Leer libros, en cambio, es un ejercicio en el que se pone en juego la inteligencia, la atención y la imaginación, se sigue un hilo conductor, hay profundidad en una argumentación… En fin, es un gran enriquecimiento.

El primer libro que terminé se titula EXTRANJEROS EN TIERRA EXTRAÑA y tiene como subtítulo Vivir como católicos en un mundo poscristiano.  El autor es Charles Chaput, que desde 2011 es arzobispo de Filadelfia, en Estados Unidos.



Monseñor Chaput es un hombre original. Su padre era un franco-canadiense que descendía directamente del Rey Luis IX de Francia y su madre una nativa americana de la tribu Potawatom. La abuela materna del obispo Chaput fue la última persona de la familia en vivir en una reserva india y él mismo fue registrado en la tribu cuando era joven, adoptando el nombre de Pietasa, que significa susurro del viento. 

Más allá de estos datos, monseñor Chaput es un gran obispo, muy culto y valiente, y escribió ese libro sobre Vivir como católicos en un mundo poscristiano, para advertir en primer lugar a los católicos norteamericanos, pero con validez para todos, que el sistema de valores cristianos, sobre el que se edificó esa sociedad, ha sido sustituido por otro dominado por la indiferencia y el completo relativismo. En síntesis, que estamos como en los principios del cristianismo y hay que aprender a vivir con fe y coherencia en este clima nuevo. El libro está editado en España y también en una versión electrónica de Amazon, muy cómoda.



Otro libro que leí es de un alemán, que quizás les suene: Peter Seewald. Este señor se dio a conocer internacionalmente, cuando se publicó el libro del Cardenal Ratzinger DIOS Y EL MUNDO. Creer y vivir en nuestra época. Una conversación con Peter Seewald. Cuando es elegido el cardenal Ratzinger como Papa, este libro, que es una larga entrevista en la que el periodista le hace preguntas sobre todos los temas, se convirtió en best-seller.

El libro que leí ahora de Peter Seewald se titula Mi vuelta a Dios. Cuando comencé a pensar de nuevo en Dios.

Por hoy esto es todo. Espero sacar algunas conclusiones, para compartirlas con ustedes, de las lecturas de estos días.