La respuesta de Catalina a esa
pregunta es la siguiente: “la culpa es de
los malos pastores (los obispos), que
no cumplen con su deber y no corrigen como deberían hacerlo. Si cumplieran con
su deber, no ocurriría esto”.
Dejo para más adelante
responder con Catalina aun a otra cuestión: ¿por qué no cumplen con su
obligación?
Urbano VI
Una vez que consiguió que el
Papa volviera a Roma, Catalina tuvo que trabajar mucho más. El caso es que, al poco tiempo de entrar en Roma, fallece el
papa Gregorio XI y es elegido un hombre lleno de buenas intenciones, Urbano VI,
que empieza su pontificado con el mejor deseo de reformar lo que andaba mal en
la Iglesia. El problema fue el carácter del nuevo Papa…
Urbano VI reunió a los
cardenales, los reprendió con dureza por la vida que no pocos llevaban… Catalina
de Siena está por encima de cuestiones de carácter. Para ella, el Papa es
siempre “il dolce Cristo in terra”. Lo llama así porque ve en él al vicario de
Cristo, al que tiene en sus manos las llaves del cielo y de la bodega en la que
está encerrada la sangre del Señor… Por esto es necesario venerarlo y quererlo;
es Cristo quien lo ha elegido para ese cargo. (Esto no le impide ser muy clara
con el nuevo Papa: en una ocasión le envía una carta, acompañada de una docena
de naranjas amargas, envueltas en caramelo. Le explica que, así como esas
naranjas sólo se pueden comer endulzándolas, así Urbano VI debe corregir su
carácter, decir las cosas de un modo más agradable…).
A su vez, Catalina de Siena se
refiere a los sacerdotes llamándolos los “Cristos”:
por el sacramento del orden sagrado, en efecto, el sacerdote es el único que
puede actuar personificando a Cristo y celebrar la santa misa… Por eso, ella
pide que los fieles no juzguen a los sacerdotes, que si hacen cosas que están
mal recen más por ellos y dejen el juicio a Dios...
La idea central de Catalina de
Siena acerca de la reforma de la Iglesia es esta: la Iglesia se reformará “con buenos y santos pastores”, es decir,
obispos y sacerdotes -obispos en primer lugar-, fieles a Cristo crucificado,
buscadores de la gloria de Dios y nada más, sin miedo para corregir lo que esté
mal…
No hay comentarios:
Publicar un comentario