Soy uruguayo y, como todos los
uruguayos, estoy pendiente del partido de esta tarde contra Portugal. Al mismo tiempo,
deseo que gane Argentina su encuentro contra Francia. Es lógico, ¿verdad?
En este clima, me disculpan si
me detengo esta vez hablando de fútbol; bueno, no propiamente de fútbol, sino
de un hecho llamativo. Uno de los diarios más influyentes del mundo es The
Wall Street Journal. Y resulta que ayer dedicó una nota, no tanto a la
selección uruguaya sino a su entrenador, el Maestro Tabárez. ¿Por qué? Porque tiene
71 años y ha conseguido metas muy importantes.
Todos nos acordamos de cómo
jugaba Uruguay hace unos cuantos años. El diario norteamericano dice que teníamos
fama de “matones de un patio de recreo”.
Y ahora, resulta que nuestra selección es la que menos tarjetas amarillas tiene:
solamente una, contra 10 de Corea, Serbia 9, Croacia 8, Portugal 6, Argentina 6…
¿Cómo se consiguió? Lo consiguió el Maestro educando a los jugadores,
explicando, insistiendo…
Dice el diario nortemericano: Otros
técnicos en la Copa del Mundo simplemente entrenan al equipo mayor. Pero
Tabárez se convirtió en el decano de todo el programa nacional, desde los
menores de 15 años hasta el equipo de la Copa del Mundo. Los ha desarrollado
como jugadores y como personas".
Y
agrega: Tabárez también se mantiene firme con los buenos modales. Muchas
estrellas uruguayas han tenido problemas con su regla de “zapatos sin barro”. Y hay reglas estrictas sobre no dejar platos sobre
la mesa o poner los pies en las sillas. El uso de teléfonos celulares está
prohibido en el desayuno, el almuerzo y durante las charlas o reuniones del
equipo".
Cuento
todo esto porque a los papás y mamás el argumento “lo enseñó Tabárez, lo dijo
Tabárez”, Godín, o Cavani… puede ser realmente muy eficaz para educar a sus
hijos. Y explicarles que más allá de que sigamos ganando en el Mundial, ya
ganamos el campeonato de buenas personas, que es mucho más importante.
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