Es poco el tiempo que dura la
alegría... No, no piensen que me pasó algo doloroso… Lo que quiero decir es que
ser hijos de Dios en la Iglesia trae consigo un gran realismo. Al día siguiente
de celebrar con alegría desbordante el nacimiento de Jesús, desde tiempo
inmemorial hoy celebramos en la Iglesia el martirio de san Esteban, el primero
que dio la vida por Jesucristo.
Es importante que seamos
educados en el realismo de la vida. Hoy está tan extendido el miedo al dolor, a
lo que hace sufrir; son tantas las personas que buscan con ansia no sufrir,
evitan lo que pueda causar malestar… No saben o pretenden pasar por alto que la
vida son sonrisas y lágrimas.
En la lectura del evangelio de
hoy están presentes las advertencias de Jesús: Cuídense de los hombres,
porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. A causa
de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de
ellos y de los paganos. El hermano entregará a su hermano para que sea
condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus
padres y los harán morir. Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre,
pero aquel que persevere hasta el fin se salvará (Mt 10, 17ss).
El relato de lo que ocurrió con Esteban se encuentra en el libro
de los Hechos de los Apóstoles, que deberíamos conocer bien. Es apasionante
conocer cómo, después de la llegada del Espíritu Santo, se fue abriendo camino
la fe cristiana. Al principio hubo conversiones de a varios miles de personas,
pero enseguida empiezan a perseguir a los cristianos; muchos de ellos tuvieron
que irse de Jerusalén y sucedió lo mismo que si uno pretende apagar un fuego dándole
patadas a las astillas… Es lo que pasó con los cristianos: a patadas los
sacaron y en cada sitio al que llegaban prendían fuego en los corazones.
“El que persevere hasta el fin…” Esto es lo que podemos encomendarle a san
Esteban. Y en el sitio donde nos encontremos ahora, muchos empezando unos días
de descanso veraniego, que ninguno se aísle…
(Agradezco a todos los que me han enviado videos navideños. Un Oficial del Ejército uruguayo, destacado en Misión de Paz en el Congo, me manda estas imágenes de la Misa del Gallo en la Catedral de Kananga. ¡Hay que ver cómo festejan la llegada de Jesús!...)
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