Faltan solamente dos días para
la fiesta grande la Inmaculada Concepción, que es la fecha en que colocamos en
todas las casas el Nacimiento, el pesebre. Este año, la idea del arzobispo de
Montevideo, de celebrar la NAVIDAD CON JESÚS preparándonos para la fiesta de
la Inmaculada y colocando la balconera, se ha extendido por todo el país. En la
Diócesis de Minas hay ya varios centenares vendidas y a partir de pasado mañana
se colocarán en los balcones de tantas casas. Será formidable.
Esta preparación visible para
la Navidad, es obvio que debe ir acompañada por la preparación interior, la del
alma. No es solamente un modo de decir, JESÚS
QUIERE NACER EN TU CORAZÓN, sino una realidad tan verdadera como
misteriosa, a ver si consigo explicarme.
El lenguaje del Evangelio es
un lenguaje divino, que es necesario entender bien. Cuando relata que en la
Nochebuena unos ángeles se aparecieron a los pastores que estaban cuidando sus
rebaños y les dicen: “les traigo una gran
alegría, HOY les ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor”, ese HOY
permanece en el tiempo hasta nosotros. La misión de Jesús no estuvo dirigida
solamente a los hombres y mujeres con los que Él convivió, sino que miraba a
los que íbamos a celebrar su nacimiento de su Madre Inmaculada el 25 de
diciembre del año 2017.
Si ustedes y yo nos preparamos
para la fiesta de la Virgen, dentro de este Adviento que se nos va volando, es
porque creemos firmemente que Jesús quiere nacer y vivir en cada uno de
nosotros.
Cuando llega la Navidad
cantamos villancicos. Uno de ellos, argentino, dice en una de sus estrofas: EL NIÑITO SANTO a la tierra llegó y vino
del cielo por la voluntad de Dios, a dejar en las almas gloria, con la fe y el
perdón.
Prepararnos para el nacimiento
de Jesús y, antes, para la Inmaculada Concepción de María, se concreta, de un
modo muy particular, en reconocer con humildad que yo necesito ser perdonado
por Dios. ¡Qué profunda alegría, qué paz saber que por medio del sacerdote es
Dios mismo quien me está diciendo: “Feliz Navidad”!
Los animo a prepararse para
una buena Confesión. Si alguno hace mucho tiempo que no lo hace, repase
SALIGEP, soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. Será muy fácil…
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