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jueves, 28 de diciembre de 2017

LOS SANTOS URUGUAYITOS INOCENTES

Hoy es 28 de diciembre y, en estos días de Navidad, nos encontramos frente a un suceso misterioso y doloroso, del que habla solamente el evangelio de san Mateo: Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos” (Mt 2, 13ss).

Herodes era un loco, que pasó a la historia por su crueldad; esta fue una demostración más. Tenía miedo de que “el rey de los judíos” que acababa de nacer, según le habían dicho los Reyes Magos, pudiera hacerle sombra de alguna manera.

Es un misterio el hecho en sí: desde su nacimiento, Jesús es un signo de contradicción. Fue verdaderamente “una gran alegría”, como el ángel le dijo a los pastores. Pero ahora, ¿por qué este dolor de esos niños inocentes, de sus madres?...

Es lo de menos cuántos fueron: se piensa que unos 20 o 25, según los cálculos sobre la población que había en Belén y sus alrededores. Pero si miramos lo que ocurre HOY, 21 siglos después de la primera Navidad, ¿no les parece que es muy necesario el recuerdo de los “santos inocentes” que mueren todos los días porque son abortados legalmente?

El año pasado, por estas fechas, conocimos las cifras, desde que fue legalizado en Uruguay en 2012. En 2013, 5.113 abortos; en 2014, 6.329; en 2015: 6.986; en 2016: 9.719.
Es algo verdaderamente tremendo, a lo que no podemos acostumbrarnos. Es necesario ayudar a toda mujer que espera un hijo, a traerlo al mundo; si no puede tenerlo, que lo dé en adopción, pero que no cometa ese crimen del que se va a arrepentir toda la vida. Es necesario despertar la conciencia moral de hombres y mujeres, de manera que caigan en la cuenta de que el acto del aborto es un asesinato.
Madre Teresa de Calcuta, en un discurso en Wasihgton, en 1994, decía. “El mayor destructor de la paz hoy en día es el aborto, porque es la guerra contra los niños, el asesinato directo de los inocentes, el asesinato de la madre en contra de sí misma.
Si nosotros aceptamos que una madre asesine a su propio hijo, ¿cómo entonces podemos decirle a otros que no se maten entre sí? Y con el aborto, al padre se le dice que no tiene que tener responsabilidad alguna por el niño que ha traído a la vida. El padre es capaz de poner a otras mujeres en la misma circunstancia. Por lo tanto, el aborto sólo lleva a más abortos. Cualquier país que acepte el aborto, no le enseña a su gente a amar, sino a utilizar la violencia para conseguir lo que quieren. Por esto el mayor  destructor del amor y de la paz es el aborto”.

¿Seguiremos horrorizándonos por  los niveles de violencia que sufrimos, mientras cerramos los ojos frente a este crimen legal, el más injusto y violento de todos?

martes, 26 de diciembre de 2017

NAVIDAD, SONRISAS Y LÁGRIMAS


Es poco el tiempo que dura la alegría... No, no piensen que me pasó algo doloroso… Lo que quiero decir es que ser hijos de Dios en la Iglesia trae consigo un gran realismo. Al día siguiente de celebrar con alegría desbordante el nacimiento de Jesús, desde tiempo inmemorial hoy celebramos en la Iglesia el martirio de san Esteban, el primero que dio la vida por Jesucristo.

Es importante que seamos educados en el realismo de la vida. Hoy está tan extendido el miedo al dolor, a lo que hace sufrir; son tantas las personas que buscan con ansia no sufrir, evitan lo que pueda causar malestar… No saben o pretenden pasar por alto que la vida son sonrisas y lágrimas.

En la lectura del evangelio de hoy están presentes las advertencias de Jesús: Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos. El hermano entregará a su hermano para que sea condenado a muerte, y el padre a su hijo; los hijos se rebelarán contra sus padres y los harán morir. Ustedes serán odiados por todos a causa de mi Nombre, pero aquel que persevere hasta el fin se salvará (Mt 10, 17ss).

El relato de lo que ocurrió con Esteban se encuentra en el libro de los Hechos de los Apóstoles, que deberíamos conocer bien. Es apasionante conocer cómo, después de la llegada del Espíritu Santo, se fue abriendo camino la fe cristiana. Al principio hubo conversiones de a varios miles de personas, pero enseguida empiezan a perseguir a los cristianos; muchos de ellos tuvieron que irse de Jerusalén y sucedió lo mismo que si uno pretende apagar un fuego dándole patadas a las astillas… Es lo que pasó con los cristianos: a patadas los sacaron y en cada sitio al que llegaban prendían fuego en los corazones.

“El que persevere hasta el fin…” Esto es lo que podemos encomendarle a san Esteban. Y en el sitio donde nos encontremos ahora, muchos empezando unos días de descanso veraniego, que ninguno se aísle…

(Agradezco a todos los que me han enviado videos navideños. Un Oficial del Ejército uruguayo, destacado en Misión de Paz en el Congo, me manda estas imágenes de la Misa del Gallo en la Catedral de Kananga. ¡Hay que ver cómo festejan la llegada de Jesús!...)






viernes, 22 de diciembre de 2017

MENSAJE DE NAVIDAD 2017


El divino misterio de la maternidad

         El nacimiento de Jesús, nuestro Redentor, de una mujer llamada  María, a la que veneramos y queremos como nuestra Madre del cielo, nos impulsa a mirar con asombro agradecido el misterio de la maternidad.



         ¡Qué alegría tan singular provoca siempre la noticia de que una mujer va a ser madre! Ella, la portadora del misterio, durante nueve meses vivirá pensando e imaginando al hijo que crece en su vientre. Quizás no lo esperaba, tal vez la noticia de su llegada ha sido un motivo de agobio… No obstante, este sentimiento se disuelve al contacto con el hecho magnífico de su próxima maternidad.

         Quisiera, en esta Navidad, animar a todas las mujeres que serán madres, a encomendarse a la Santísima Virgen –¡nuestra Virgen del Verdún!-, en primer lugar para vivir con madurez la divina capacidad de dar la vida. Que sea una maternidad ejercida responsablemente, tanto por la madre como por el padre de la criatura: tener un hijo no es un juego de  adolescentes. El hijo que nace tiene derecho a vivir en un hogar, en el que recibirá de sus padres, unidos por el sacramento del matrimonio, cariño, buen ejemplo, educación…

         Al mismo tiempo, quiero pedir a todos los miembros de la Iglesia Católica, que hagan lo máximo para ayudar a las futuras madres. Por difícil que pudiera ser un embarazo inesperado, que ninguna mujer caiga en la tentación de recurrir al aborto: terminar con la vida de una criatura que está creciendo en su vientre, además de un grave pecado es un gravísimo error, del que la mujer se arrepentirá durante toda su vida.

         Es mi deseo que esta Navidad sea para todos la celebración, llena de alegría, del nacimiento del Niño Dios: Jesús, Hijo eterno del Padre, se ha hecho uno de nosotros para que seamos hijos de Dios.

         Reciban una bendición con todo afecto,
                    
                                                                 + Jaime Fuentes
                                                                  Obispo de Minas


Minas, Navidad de 2017

miércoles, 20 de diciembre de 2017

FELIZ NAVIDAD Y 2018 EN MINAS

Comparto con ustedes el orgullo de nuestra flamante Plaza Libertad, en Minas, inaugurada el sábado pasado. Luce ahora una fuente extraordinaria y una Catedral que... bueno, ya la verán.

Con el deseo de que tengan una muy Feliz Navidad, va una invitación para que en 2018 se acerquen a ella a contemplar las pinturas del genial Murillo, en los 400 años de su nacimiento. Es invitación a contemplar rezando o, si se prefiere, a rezar contemplando.


martes, 12 de diciembre de 2017

COATLALLOPE, GUADALUPE

El 12 de diciembre nos llena de alegría: celebramos a la Virgen de Guadalupe, Patrona de América, como la proclamó el Papa San Pío X.

En junio de este año tuve la inmensa suerte de ir por primera vez al Santuario de la Virgen de Guadalupe en la ciudad de México, y lo cierto es que me hubiera quedado allí mucho tiempo, solamente mirando la imagen milagrosa que la Virgen misma estampó en 1531, apenas unos años después del descubrimiento de América, en el poncho (tilma, en mexicano), de san Juan Diego.


 Se han hecho infinidad de reproducciones de esta imagen (sin ir más lejos, hace una semana estuve celebrando Misa en una capilla dedicada a Ella, presidida por un cuadro que es copia fiel del original, y del mismo tamaño).  Pero es muy distinto lo que se siente al estar delante del regalo que la Virgen quiso dejar para siempre  sus hijos mexicanos y a todos: yo diría que en él la Virgen está viva, y créanme que no soy nada aficionado a los milagros o a las cosas extraordinarias.

Por lo demás, ¿a quién no le conmueve y fomenta su confianza en la Virgen, escuchar el diálogo que mantuvo la Madre con Juan Diego? Oye y ten entendido, hijo mío, el más pequeño, que es nada lo que te asiste y aflige, no se turbe tu corazón. ¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo?

En Internet se encuentran videos y estudios sobre la historia de la imagen de la Virgen de Guadalupe. Por cierto, su nombre proviene de  que Ella hablaba con Juan Diego en la lengua indígena, el nahuatl. Al decir quién era, usó la palabra “coatlallope”, formada por coatl, serpiente, la preposición a, y llope, aplastar. Ella es la que aplasta la serpiente. A los frailes franciscanos que la escucharon les sonó a GUADALUPE, y así relacionaron el milagro de Juan Diego con la advocación muy querida en España desde que en 1340, Alfonso XI construyó una Basílica en su honor. En todo caso, la Guadalupe mexicana es original. Pero es importante tener en cuenta que la Virgen se comunicó de manera que la entendieran tanto los indios como los españoles.

Decía que en Internet hay muchos estudios y videos sobre la milagrosa imagen de la Virgen: qué veían sus ojos, cómo están ordenadas las estrellas de su manto, cuál es la composición de la pintura, cómo se ha conocido que la Virgen aparece embarazada… Todo es motivo de asombro y gratitud.

Cuando faltan doce días para el nacimiento de Jesús, la fiesta de hoy nos acerca aún más a la gruta de Belén.


sábado, 9 de diciembre de 2017

ORGULLOSA ARROGANCIA...

Ayer el Papa fue a rezar delante de la imagen de la Inmaculada Concepción, que está al lado de la Piazza Spagna. Aquí están sus palabras. Llama la atención, en particular, la referencia a Alfonso Ratisbonne, famoso judío converso. Es evidente que Francisco está más allá de lo “políticamente correcto”. Asimismo, hablando de los “anticuerpos” que necesitamos para defendernos de los virus que nos acechan, para mí que la "orgullosa arrogancia” tiene nombre propio: no sirvió de nada que le pidiera "sensatez y prudencia".


                                                  Alfonso Ratisbonne: de judío ateo a jesuita

Madre Inmaculada,
Por quinta vez vengo a tus pies como Obispo de Roma,
a rendirte homenaje en nombre de todos los habitantes de esta ciudad.
Queremos darte las gracias por los cuidados constantes
con los que nos acompañas en nuestro camino,
el camino de las familias, de las parroquias, de las comunidades religiosas;
el camino de cuantos cada día, a veces con fatiga,
atraviesan Roma para ir al trabajo;
de los enfermos, de los ancianos, de todos los pobres,
de tantas personas inmigrantes de tierras de guerra y de hambre.

Gracias porque, en cuanto te dirigimos un pensamiento
o una mirada, o un Avemaría fugaz,
siempre sentimos tu presencia materna, tierna y fuerte.
Oh, Madre. Ayuda a esta ciudad a desarrollar los ‘anticuerpos’
contra algunos virus de nuestro tiempo:
la indiferencia, que dice: ‘No me preocupa’;
la mala educación cívica que desprecia el bien común;
el miedo al diferente, al extranjero;
el conformismo disfrazado de transgresión;
la hipocresía de acusar a los demás mientras se hacen las mismas cosas;
la resignación ante la degradación ambiental y ética;
la explotación de tantos hombres y mujeres.
Ayúdanos a rechazar estos y otros virus
con los anticuerpos que vienen del Evangelio.
Haz que adoptemos el buen hábito
de leer cada día un pasaje del Evangelio
y, con tu ejemplo, custodiar en el corazón la Palabra,
para que, como una buena semilla, de fruto en nuestra vida.
Virgen Inmaculada, hace 175 años, a poca distancia de aquí,
en la iglesia de Sant’Andrea delle Fratte,
tocaste el corazón de Alfonso Ratisbonne, y en aquel momento
de ateo y enemigo de la Iglesia, se convirtió en cristiano.

A él te mostraste como Madre de gracia y de misericordia.
Concédenos también a nosotros, especialmente en las pruebas y en las tentaciones,
fijar la mirada en tus manos abiertas,
que dejan descender sobre la tierra la gracia del Señor
para librarnos de toda orgullosa arrogancia,
para reconocernos como verdaderamente somos:
pequeños y pobres pecadores, pero siempre hijos tuyos.
Y así meter nuestras manos entre las tuyas
para dejarnos llevar a Jesús, nuestro hermano y salvador,
y al Padre celestial, que no se cansa nunca de esperarnos
y de perdonarnos cuando regresamos a Él.
¡Gracias, oh, Madre, porque siempre nos escuchas!
Bendice a la Iglesia que está en Roma,
bendice a esta ciudad y al mundo entero.
Amén.



viernes, 8 de diciembre de 2017

AVE MARÍA PURÍSIMA...

Este 8 de diciembre, en el que celebramos la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen, Patrona de nuestra diócesis de Minas, quiero desearle a todos muchas felicidades. Nuestra Catedral está presidida por una preciosa imagen de la Virgen Inmaculada y alrededor de ella se encuentra esta invocación: AVE MARÍA PURISIMA, SIN PECADO CONCEBIDA: que la Purísima Madre de Jesús y Madre nuestra, concebida sin mancha de pecado original y querida por Dios toda santa desde antes de crear el mundo, los llene de alegría y de paz y los proteja con su amor de madre ahora y siempre, hasta la hora en que Dios nos llame a su presencia.



Esta mañana, rezando el Oficio divino, leía algo que escribió san Anselmo, allá, por el siglo XII, sobre la Santísima Virgen. Es una oración llena de amor y de admiración por Ella, volcada en expresiones audaces y exactas, fruto de la meditación de ese gran teólogo y gran santo.

¡Oh mujer llena de gracia, sobreabundante de gracia, cuya plenitud desborda a la creación entera y la hace reverdecer! ¡Oh Virgen bendita, bendita por encima de todo; por tu bendición queda bendita toda criatura; no sólo la creación por el Creador, sino también el Creador por la criatura!

Dios entregó a María su propio hijo, el único igual a Él, a quien engendra de su corazón como amándose a sí mismo. Valiéndose de María, hizo Dios un hijo, no distinto, sino el mismo, para que realmente fuese uno y el mismo, el Hijo de Dios y de María. Todo lo que nace es criatura de Dios, y Dios nace de María. Dios creó todas las cosas, y María engendró a Dios. Dios, que hizo todas las cosas, se hizo a sí mismo mediante María; y, de este modo, volvió a hacer todo lo que había hecho. El que pudo hacer todas las cosas de la nada, no quiso rehacer sin María lo que había sido manchado.--- Dios es, pues, el padre de las cosas creadas; y María es la madre de las cosas recreadas. Dios es el padre a quien se debe la constitución del mundo; y María es la madre a quien se debe su restauración, pues Dios engendró a aquel por quien todo fue hecho; y María dio a luz a aquel por quien todo fue salvado. Dios engendró a aquel sin el cual nada existe; y María dio a luz a aquel sin el cual nada subsiste.


Que la Virgen Inmaculada, que es sobre todo Madre que se preocupa por cada uno de sus hijos, los proteja y los aliente en sus dificultades. Que por su intercesión materna, la bendición de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y sus familias, ahora y siempre. Amén.

jueves, 7 de diciembre de 2017

NO ERA PARA USTED...

Estamos en la víspera de la fiesta grande de la Virgen. Dije el otro día que no por ser la santidad en persona, la “llena de gracia” –este es su nombre propio- María Santísima vivió en un mundo aparte. Por el contrario, precisamente por su santidad plena, ella tuvo y tiene una sensibilidad extraordinaria para todo lo que es humano: quiero decir, para lo que alegra la vida de los hombres y mujeres, y para lo que la entristece: todo le llega, le afecta, y, como es esencialmente Madre, vive pensando en cómo ayudar a sus hijos.

¿Se acuerdan de su intervención espontánea en el casamiento que tuvo lugar en Caná de Galilea, cuando Jesús hizo su primer milagro? ¿Por qué lo hizo? Porque su madre le expuso el problema de los novios –no era suyo el problema; dice “no tienen vino”- , con la certeza de que de alguna manera Jesús los ayudaría.

Y, en efecto, Jesús intervino a lo grande, a lo divino: les regaló 600 litros de un vino excelente. María no aparece para nada; vio el problema y lo expuso a Jesús; intervino Jesús y Ella desapareció. ¿Verdad que es una demostración de elegancia humana y sobrenatural, de humildad? Mirando a la Virgen podemos aprender todo.

En estos días estoy recibiendo mucho videítos de tema navideño; todos, sin excepción, son muy buenos. El nacimiento de Jesús en Belén es una fuente inagotable de inspiración. Y anteayer me llegó uno que, de entrada, me pareció que no era para mí… Lo comprobé enseguida por la disculpa de la remitente: PERDÓN PADRE, NO ERA PARA USTED.

Creo que fue una equivocación afortunada, porque me enseñó algo más del “genio femenino”, del que tanto habló san Juan Pablo II,  y cómo con un detalle se puede hacer de un almuerzo o una cena (ahora, que tanto se piensa en la cena de Navidad) algo diferente.

Me dio la impresión de que se trataba de un pequeño “milagro”… Pienso que tenemos necesidad de “levantar el nivel” en la convivencia. Y esto no es cuestión de dinero, sino de amor ingenioso, que disfruta con alegría fabricando detalles que alegran a los demás y ayudan a nuestra educación.

Aquí está el videíto. Estoy seguro que la Virgen Santísima, mujer, esposa y madre, lo bendice con sus dos manos.






LA NECESARIA PREPARACIÓN

Faltan solamente dos días para la fiesta grande la Inmaculada Concepción, que es la fecha en que colocamos en todas las casas el Nacimiento, el pesebre. Este año, la idea del arzobispo de Montevideo, de celebrar la NAVIDAD CON JESÚS preparándonos para la fiesta de la Inmaculada y colocando la balconera, se ha extendido por todo el país. En la Diócesis de Minas hay ya varios centenares vendidas y a partir de pasado mañana se colocarán en los balcones de tantas casas. Será formidable.



Esta preparación visible para la Navidad, es obvio que debe ir acompañada por la preparación interior, la del alma. No es solamente un modo de decir, JESÚS QUIERE NACER EN TU CORAZÓN, sino una realidad tan verdadera como misteriosa, a ver si consigo explicarme.

El lenguaje del Evangelio es un lenguaje divino, que es necesario entender bien. Cuando relata que en la Nochebuena unos ángeles se aparecieron a los pastores que estaban cuidando sus rebaños y les dicen: “les traigo una gran alegría, HOY les ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor”, ese HOY permanece en el tiempo hasta nosotros. La misión de Jesús no estuvo dirigida solamente a los hombres y mujeres con los que Él convivió, sino que miraba a los que íbamos a celebrar su nacimiento de su Madre Inmaculada el 25 de diciembre del año 2017.

Si ustedes y yo nos preparamos para la fiesta de la Virgen, dentro de este Adviento que se nos va volando, es porque creemos firmemente que Jesús quiere nacer y vivir en cada uno de nosotros.

Cuando llega la Navidad cantamos villancicos. Uno de ellos, argentino, dice en una de sus estrofas: EL NIÑITO SANTO a la tierra llegó y vino del cielo por la voluntad de Dios, a dejar en las almas gloria, con la fe y el perdón.

Prepararnos para el nacimiento de Jesús y, antes, para la Inmaculada Concepción de María, se concreta, de un modo muy particular, en reconocer con humildad que yo necesito ser perdonado por Dios. ¡Qué profunda alegría, qué paz saber que por medio del sacerdote es Dios mismo quien me está diciendo: “Feliz Navidad”!


Los animo a prepararse para una buena Confesión. Si alguno hace mucho tiempo que no lo hace, repase SALIGEP, soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza. Será muy fácil… 

miércoles, 6 de diciembre de 2017

MAESTRA DE LOS PRIMEROS PASOS

Hoy es 5 de Diciembre. Ayer terminábamos nuestro encuentro con el comienzo de una oración de Saint Exupéry:  No pido milagros y visiones, Señor, pido la fuerza para la vida diaria. Enséñame el arte de los pequeños pasos. Faltando apenas tres días para la fiesta grande de la Virgen, esta es una excelente petición, ¿no creen?

María nunca pidió ni visiones ni explicaciones, y motivos tuvo en cantidad para hacerlo. Desde el lugar en el que tuvo que dar a luz a su Hijo, hasta la muerte tremenda de Jesús, pasando por el silencio incomprensible durante los treinta años que duró su  vida oculta, María tuvo “razones” para pedir a Dios alguna explicación: "¿por qué?"... Pero no lo hizo.  Pienso que la Virgen es maestra en el arte de enseñar “los pequeños pasos” -los de la aceptación de los planes de Dios- y esto sí que nosotros podemos pedirlo a Ella.

La oración sigue así: Ayúdame a hacer cada cosa de mi presente lo mejor posible, y a reconocer que esta hora es la más importante. Finalmente, tenemos el portón nuevo en la Catedral de Minas. Está muy bien hecho, abre y cierra a la perfección. Y algo que no les dije: el herrero no quiso cobrar nada por su trabajo: ¿por qué?  Porque es para la Catedral, obviamente, porque es para Dios.



Continúa la oración: Hazme hábil y creativo para notar a tiempo, en la multiplicidad y variedad de lo cotidiano, los conocimientos y experiencias que me atañen personalmente.
Ayúdame a distribuir correctamente mi tiempo: dame la capacidad de distinguir lo esencial de lo secundario.
Te pido fuerza, auto-control y equilibrio para no dejarme llevar por la vida y organizar sabiamente el curso del día.
Guárdame de la ingenua creencia de que en la vida todo debe salir bien. Otórgame la lucidez de reconocer que las dificultades, las derrotas y los fracasos son oportunidades en la vida para crecer y madurar.
Envíame en el momento justo a alguien que tenga el valor de decirme la verdad con amor.
Haz de mí un ser humano que se sienta unido a los que sufren. Permíteme entregarles en el momento preciso un instante de bondad, con o sin palabras.
No me des lo que yo pido, sino lo que necesito. En tus manos me entrego.
¡Enséñame el arte de los pequeños pasos!

Los dejo por hoy. La Virgen, insisto, es la maestra de los pequeños pasos... 

martes, 5 de diciembre de 2017

EL ARTE DE LOS PRIMEROS PASOS

 Estamos pasando el ecuador de nuestra Novena de preparación para la fiesta grande de la Inmaculada Concepción, que en Minas celebraremos de modo especial porque es la patrona de nuestra diócesis. A ella, la Purísima Concepción de Minas, está dedicada la Catedral y en la solemnidad de la Virgen sacaremos en procesión su imagen, una antigua talla preciosa que durante el año está en un salón de la parroquia: el Salón de la Purísima.



Estoy contento porque desde hace dos días tenemos instalado el nuevo portón de la Catedral. Cuando pintamos toda la fachada hubo que sacarlo y cortar un poco el muro, para que pudiera entrar la máquina, de esto hace ya unos cuantos meses.

Se ve que no fue fácil el trabajo y supongo que el herrero tenía mucho trabajo, porque tardó bastante en entregar el portón nuevo, pero ahora ya está instalado. Cuando el P. Pablo, párroco de la Catedral, le preguntaba cómo iba el trabajo, contestaba “va marchando, va marchando”…

¿Por qué les cuento estas cosa doméstica? Por la cercanía del 8 de Diciembre. La fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen podría, equivocadamente, hacer pensar a alguien que ella fue una mujer excepcional, que apenas rozaba la vida ordinaria, con todo lo que trae consigo. Sería un error grande: María fue la llena de gracia desde el primer instante de su existencia, lo cual quiere decir que tuvo una perfecta santidad y no conoció la inclinación al pecado con la que todos venimos al mundo.

Pero Ella, como nosotros, fue creciendo en su fe. San Juan Pablo II enseñaba: “María era la primera en la peregrinación de la fe, era la más iluminada, pero también la más sometida a la prueba en la aceptación del misterio. A ella le tocaba aceptar el plan divino, adorado y meditado en el silencio de su corazón.

Por aquí tenemos que ir, ¿no les parece? Hay una oración que en un tiempo especialmente difícil de su vida compuso Saint Exupéry, el famoso autor de El Principito, que empieza así: “No pido milagros y visiones, Señor, pido la fuerza para la vida diaria. Enséñame el arte de los pequeños pasos”. La oración sigue, pero hoy nos quedamos aquí. Seguiremos.




sábado, 2 de diciembre de 2017

LA PREGUNTA MÁS CORTA DEL MUNDO

Una mujer está de ocho meses de embarazo. Sabe que espera un varón y tiene todo preparado para cuando llegue. La pregunta de parientes y amigos –de las mujeres, sobre todo- tiene una sola letra:
-         ¿Y?...

La que va a ser madre sonríe y responde: - En cualquier momento; cuando Dios quiera…

Todos sabemos quién es esa madre; aún más, sabemos bien quién es el hijo que nacerá de ella. Y año tras año, con mayor ilusión conforme pasa el tiempo, queremos prepararnos para la celebración de la Navidad.

Mañana empezamos a disponer nuestro corazón para el nacimiento de Jesús. No es un acontecimiento que forme solamente parte de la Historia. El Papa Benedicto XVI hacía notar algo importante siguiendo al profeta Isaías: "Anuncien a todos los pueblos y díganles:  Miren, Dios viene, nuestro Salvador" (...). Comentaba el Papa emérito: no usa el pasado —Dios ha venido— ni el futuro, —Dios vendrá—, sino el presente: "Dios viene". Se trata de una acción que se realiza siempre: está ocurriendo, ocurre ahora y ocurrirá también en el futuro. En todo momento "Dios viene".
Bueno, yo diría que durante el tiempo del Adviento (es decir, del advenimiento, de preparación para la llegada de Jesús), ya no se trata de que nosotros le preguntemos a la Madre: ¿Y?... Es Dios mismo, seguramente por medio de Ella, quien me dice a mí con todo cariño: ¿Y?... En esa sola pregunta está contenido el sentido de mi existencia: en esta Navidad, la de 2017, ¿qué lugar ocupará mi Hijo en tu vida?
El papa Benedicto continuaba: El Adviento invita a los creyentes a tomar conciencia de esta verdad y a actuar coherentemente. Resuena como un llamamiento saludable que se repite con el paso de los días, de las semanas, de los meses: Despierta. Recuerda que Dios viene. No ayer, no mañana, sino hoy, ahora.
Ahora es muy fácil acercarse. ¿Quién no se conmueve ante el nacimiento de un Niño-Dios que, sin necesidad de nada ni de nadie,  necesita todo? La Madre nos mira y nos pregunta: ¿Y?...