Continuando con el tema de
ayer, algo que escribe Costanza Miriano me da pie para mirar especialmente a la
Santísima Virgen en la celebración de hoy: Nuestra Señora de los Dolores.
Escribe Costanza: Si una mujer consigue mantenerse al lado de
un hombre en silencio, un silencio concentrado en Dios, que, como dice Santa
Teresa de Ávila, es el más poderoso de los clamores, aprenderá lo que es la
alegría de ver florecer a una persona junto a ella. Como la pérdida de
identidad del hombre ha coincidido con las reivindicaciones feministas, una
buena parte del trabajo que hay que hacer será retomar nuestro sitio.
¿Qué quiere decir con esto?
Algo realmente importante, que la experiencia me lleva a compartir plenamente. Retomar
su sitio quiere decir que la mujer tiene que aprender a no decidirlo todo,
permitirle dar su opinión y no presionarlo, así él podrá emerger; y escucharlo,
afirma, le hará asumir la responsabilidad
de decir cosas sensatas. Es probable, advierte la escritora, que
las primeras veces que la mujer no cuestione su programa proponiéndole un plan
B y otro B-2 e incluso, ya puestos, un plan C, él se temerá lo peor (¿tendrá
algo que ocultarme?, ¿tendrá un amante?, o peor aún, ¿habrá invitado a su tía
anciana la tarde del partido?). Concluye: es un trabajo hermoso y fecundo, porque si cada uno sostiene su parte
del yugo, única y distinta, se produce mucho fruto, y con menos sufrimiento.
Dije que pensaba en la fiesta
de hoy, la Virgen de los Dolores, y entendí que, una vez más, es Ella el modelo
para imitar. Pensemos un poco en aquel sucedido, cuando Jesús, que ya había
cumplido 12 años, se pierde en Jerusalén… José y María, después de haber hecho
un día de camino, al no encontrarlo vuelven a la ciudad y empiezan a buscarlo,
preguntando por todos los sitios si han visto a un chico que es así de alto,
que… Las respuestas negativas deben de haberles provocado una desazón enorme,
figúrense.
Cuenta san Lucas en su
evangelio, que finalmente lo encontraron en el templo de Jerusalén, adonde
seguramente José y María habrán ido a rezar. Ahí está Jesús, sentado entre los
que explican la Ley, haciendo preguntas y respondiendo a los que le preguntan…
Su madre, al verlo, no lo puede creer. Y dice textualmente el evangelio,
presten atención porque es importante: -
Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira que tu padre y yo, angustiados, te buscábamos (Lc 2, 48).
La Virgen Madre de Dios es el
modelo para cualquier mujer. ¿Se entiende qué quiere decir Costanza Miriano cuando,
hablando de la crisis de las identidades masculina y femenina, dice a las
mujeres que una buena parte del trabajo
que hay que hacer será retomar nuestro sitio? María, esposa de José, con
toda la angustia de haber perdido a su hijo, cuando lo encuentra pone delante a
José, el cabeza de familia: tu padre y
yo… ¿No les parece que es una lección práctica para tener muy en cuenta?
Seguiremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario