Páginas

viernes, 15 de septiembre de 2017

EL LUGAR JUSTO (MATRIMONIO-4)

Continuando con el tema de ayer, algo que escribe Costanza Miriano me da pie para mirar especialmente a la Santísima Virgen en la celebración de hoy: Nuestra Señora de los Dolores.

Escribe Costanza: Si una mujer consigue mantenerse al lado de un hombre en silencio, un silencio concentrado en Dios, que, como dice Santa Teresa de Ávila, es el más poderoso de los clamores, aprenderá lo que es la alegría de ver florecer a una persona junto a ella. Como la pérdida de identidad del hombre ha coincidido con las reivindicaciones feministas, una buena parte del trabajo que hay que hacer será retomar nuestro sitio.

¿Qué quiere decir con esto? Algo realmente importante, que la experiencia me lleva a compartir plenamente. Retomar su sitio quiere decir que la mujer tiene que aprender a no decidirlo todo, permitirle dar su opinión y no presionarlo, así él podrá emerger; y escucharlo, afirma, le hará asumir la responsabilidad de decir cosas sensatas. Es probable, advierte la escritora,  que las primeras veces que la mujer no cuestione su programa proponiéndole un plan B y otro B-2 e incluso, ya puestos, un plan C, él se temerá lo peor (¿tendrá algo que ocultarme?, ¿tendrá un amante?, o peor aún, ¿habrá invitado a su tía anciana la tarde del partido?). Concluye: es un trabajo hermoso y fecundo, porque si cada uno sostiene su parte del yugo, única y distinta, se produce mucho fruto, y con menos sufrimiento.



Dije que pensaba en la fiesta de hoy, la Virgen de los Dolores, y entendí que, una vez más, es Ella el modelo para imitar. Pensemos un poco en aquel sucedido, cuando Jesús, que ya había cumplido 12 años, se pierde en Jerusalén… José y María, después de haber hecho un día de camino, al no encontrarlo vuelven a la ciudad y empiezan a buscarlo, preguntando por todos los sitios si han visto a un chico que es así de alto, que… Las respuestas negativas deben de haberles provocado una desazón enorme, figúrense.

Cuenta san Lucas en su evangelio, que finalmente lo encontraron en el templo de Jerusalén, adonde seguramente José y María habrán ido a rezar. Ahí está Jesús, sentado entre los que explican la Ley, haciendo preguntas y respondiendo a los que le preguntan… Su madre, al verlo, no lo puede creer. Y dice textualmente el evangelio, presten atención porque es importante: - Hijo, ¿por qué nos has hecho esto? Mira que tu padre y yo, angustiados, te buscábamos (Lc 2, 48). 

La Virgen Madre de Dios es el modelo para cualquier mujer. ¿Se entiende qué quiere decir Costanza Miriano cuando, hablando de la crisis de las identidades masculina y femenina, dice a las mujeres que una buena parte del trabajo que hay que hacer será retomar nuestro sitio? María, esposa de José, con toda la angustia de haber perdido a su hijo, cuando lo encuentra pone delante a José, el cabeza de familia: tu padre y yo… ¿No les parece que es una lección práctica para tener muy en cuenta? Seguiremos.




No hay comentarios: