Hoy
es 14 de Julio, 14 de Julio me repito a mí mismo para no equivocarme. Ayer me
sacaron varias tarjetas amarillas (espero que sean amarillas y no rojas)
advirtiéndome que no era 13 de Mayo, como dije, sino 13 de Julio…, ¡gracias!
Hoy,
14 de Julio, en la Iglesia celebramos a un santo que nos da una
gran esperanza: se trata de San Camilo de Lelis, fundador de los Camilos, una congregación
dedicada al cuidado de los enfermos.
Digo
que este santo despierta una esperanza grande, porque antes de dedicarse por
completo a los enfermos, en los que veía a Jesucristo nuestro Señor, san Camilo
tuvo que superar un problema muy grave: tenía el vicio del juego.
Estamos
en el siglo XVI, en Italia. Camilo perdió a su madre cuando tenía 13 años. Su
padre, que era marqués y capitán en el ejército de Carlos V, no pudo ocuparse
de su educación como debía y Camilo adquirió el vicio del juego a los 15 años. Dice
la historia que era un gran jugador de cartas.
A
los 19 años decide alistarse en el ejército y su padre le consigue una buena
colocación, pero el día anterior a que Camilo se embarque para ir a pelear
contra los turcos, muere su padre. Camilo está desorientado, no sabe qué hacer,
y además se le abre una llaga en la pierna que lo va acompañar el resto de su
vida.
Va
a tratarse la llaga a Roma y después se queda allí como enfermero. Pero es tan
fuerte la pasión por el juego que el director del hospital lo despide porque no
atiende bien a los enfermos. Se inscribe
otra vez en el ejército. Durante seis años combate, primero al servicio de la
república de Venecia, después bajo las banderas de España. Más de una vez se
roza con la muerte. Pero nada le vuelve juicioso: sigue jugando…En 1575 se le
encuentra mendigando, y poco después peón de albañil…
Tiene
que internarse otra vez por su llaga, que se había vuelto a abrir. Y aquí es
donde se produce su conversión. Camilo se junta con cinco amigos y deciden
formar una comunidad religiosa para cuidar a los enfermos…
¿Verdad
que da mucha esperanza la vida de este santo? Cualquiera puede tener cualquier
vicio, pero con la ayuda de Dios también puede dominarlo y llegar a ser santo. Camilo
tenía el vicio del juego, otro puede caer en el alcohol o en las drogas… En todo
caso, la prevención del vicio está, en enorme medida, en la cercanía de los
padres, en el cumplimiento de su deber de educar a sus hijos. Seguiremos
hablando de esto, eso sí, con mucha esperanza.
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