Así está este blog:
sentenciado a morir el 6 de enero, salvo un indulto muy improbable.
Hace tres semanas me llegó un aviso
de G Suite (Google), que pensé era un spam y marchó a la papelera. Una semana
más tarde volvió y anteayer nuevamente insistió: tu suscripción de
registro de dominio para el dominio desdelverdun.org se
ha suspendido por motivos relacionados con los pagos. Este dominio no se renovará el 6 de enero de 2017
hasta que se actualice la información sobre el pago y se active la renovación
automática.
¿Me acusan de
no pagar? ¿A mí, que sostengo el blog desde hace 8 años y tengo los recibos que
acreditan que soy cumplidor de mis obligaciones? ¡Qué injusta humillación!
¿Qué harían
ustedes en mi lugar? Ponerse en contacto con G Suite y aclarar el malentendido.
Bien, en esta tarea estuve “entretenido” ayer no menos de tres horas, sin
obtener absolutamente nada.
Según decía el mismo mail, debía contactarme “iniciando sesión en tu cuenta”. Lo intenté de 42 formas distintas,
a cual más inútil. Cuando la máquina respondió que, al no recordar mi
contraseña, me enviarían un mensaje a mi celular, cuyas dos últimas cifras G
Suite conoce ¡le creí! Completo desengaño: nunca recibí ni siquiera un aliento de esperanza.
Como uno de los
recibos me remite a otra empresa que debería tener mi dominio (¡oh contradicción!) llamé a su número en Madrid. Después de 6 u 8 derivaciones (si quiere esto
marque uno, si quiere lo otro marque dos…) me atendió “Alex”, ¡voz verdadera!,
con acento ¿rumano, serbio?... Le expliqué el drama de mi blog condenado a muerte
por un delito que no cometió… - Deletree el nombre del sitio, respondió con
cierto aburrimiento. – ¡Sí, claro, desdelverdun!: dinamarca-españa-suecia-dinamarca-españa-lituania-venezuela-españa-rumania-dinamarca-Uruguay-nepal.
Terminado este ejercicio geográfico-lingüístico, recibí la respuesta inmediata:
- No sabemos nada de ese dominio.
Me di por
vencido, largué la toalla. Esperaré el cumplimiento de la sentencia
serenamente. Diré algunas frases para la Historia: No me agradezcan, es suficiente recompensa que me hayan leído. No
lloren la muerte del blog; la Humanidad, aun con dificultades, podrá seguir su
marcha sin él… etcétera.
Ya estoy
pensando que no hay mal que por bien no venga, que los lectores de Twitter (@obispojaime) siguen (misteriosamente)
aumentando. Y además, el amor propio me susurra: - ¡Es Google el que saldrá
perdiendo!... (cuesta mucho creerlo, claro).
De todos modos,
utilicemos el último recurso, muy antiguo, muy humano y eficaz: si alguno tiene
un amigo en Google, ¿podrá hablarle de mi pobre blog condenado a muerte?
4 comentarios:
Es una pena; pero, si Dios quiere, podrá recomenzar el blog con otro nombre de dominio. Como sea, ¡feliz Año Nuevo!
Como suelo sufrir la impotencia de enfrentarme a situaciones igual de irracionales todo el tiempo en mi ejercicio profesional, envío mi profunda solidaridad, Mons. Jaime! Sería una pena que se perdiera el nombre de dominio, porque es excelente. ¡Muy feliz 2017!
"Estoy y estamos con Ud", con respecto a este asunto de este excelente blog; del que soy/somos asiduo/s lector/es!! Abzo de Pablo Tanco, su viejo amigo!!
Pensaré si puedo tener un contacto útil !!
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