Páginas

martes, 3 de enero de 2017

SENTENCIA DE MUERTE

            Así está este blog: sentenciado a morir el 6 de enero, salvo un indulto muy improbable.
          Hace tres semanas me llegó un aviso de G Suite (Google), que pensé era un spam y marchó a la papelera. Una semana más tarde volvió y anteayer nuevamente insistió: tu suscripción de registro de dominio para el dominio desdelverdun.org se ha suspendido por motivos relacionados con los pagos. Este dominio no se renovará el 6 de enero de 2017 hasta que se actualice la información sobre el pago y se active la renovación automática.


         ¿Me acusan de no pagar? ¿A mí, que sostengo el blog desde hace 8 años y tengo los recibos que acreditan que soy cumplidor de mis obligaciones? ¡Qué injusta humillación!
         ¿Qué harían ustedes en mi lugar? Ponerse en contacto con G Suite y aclarar el malentendido. Bien, en esta tarea estuve “entretenido” ayer no menos de tres horas, sin obtener absolutamente nada. 
          Según decía el mismo mail, debía contactarme “iniciando sesión en tu cuenta”. Lo intenté de 42 formas distintas, a cual más inútil. Cuando la máquina respondió que, al no recordar mi contraseña, me enviarían un mensaje a mi celular, cuyas dos últimas cifras G Suite conoce ¡le creí! Completo desengaño: nunca recibí ni siquiera un aliento de esperanza.
         Como uno de los recibos me remite a otra empresa que debería tener mi dominio (¡oh contradicción!) llamé a su número en Madrid. Después de 6 u 8 derivaciones (si quiere esto marque uno, si quiere lo otro marque dos…) me atendió “Alex”, ¡voz verdadera!, con acento ¿rumano, serbio?... Le expliqué el drama de mi blog condenado a muerte por un delito que no cometió… - Deletree el nombre del sitio, respondió con cierto aburrimiento. – ¡Sí, claro, desdelverdun!: dinamarca-españa-suecia-dinamarca-españa-lituania-venezuela-españa-rumania-dinamarca-Uruguay-nepal. Terminado este ejercicio geográfico-lingüístico, recibí la respuesta inmediata: - No sabemos nada de ese dominio.
         Me di por vencido, largué la toalla. Esperaré el cumplimiento de la sentencia serenamente. Diré algunas frases para la Historia: No me agradezcan, es suficiente recompensa que me hayan leído. No lloren la muerte del blog; la Humanidad, aun con dificultades, podrá seguir su marcha sin él… etcétera.  
         Ya estoy pensando que no hay mal que por bien no venga, que los lectores de Twitter (@obispojaime) siguen (misteriosamente) aumentando. Y además, el amor propio me susurra: - ¡Es Google el que saldrá perdiendo!... (cuesta mucho creerlo, claro).  
         De todos modos, utilicemos el último recurso, muy antiguo, muy humano y eficaz: si alguno tiene un amigo en Google, ¿podrá hablarle de mi pobre blog condenado a muerte?



4 comentarios:

Daniel Iglesias Grèzes dijo...

Es una pena; pero, si Dios quiere, podrá recomenzar el blog con otro nombre de dominio. Como sea, ¡feliz Año Nuevo!

Laura Inés dijo...

Como suelo sufrir la impotencia de enfrentarme a situaciones igual de irracionales todo el tiempo en mi ejercicio profesional, envío mi profunda solidaridad, Mons. Jaime! Sería una pena que se perdiera el nombre de dominio, porque es excelente. ¡Muy feliz 2017!

Anónimo dijo...

"Estoy y estamos con Ud", con respecto a este asunto de este excelente blog; del que soy/somos asiduo/s lector/es!! Abzo de Pablo Tanco, su viejo amigo!!

Unknown dijo...

Pensaré si puedo tener un contacto útil !!