El sábado pasado me tocó inaugurar el IV Congreso Nacional de la Familia. Después de superar algunas dudas (¿qué será mejor: un speech fuerte, una apertura tradicional, una denuncia?...) me decidí por transmitir una sola idea, con la ayuda de una historia real hecha película. Aquí reitero lo del sábado.
Es la historia de lo que le
sucedió a la familia Beam, en Estados Unidos. Christine Beam, la madre, escribió
la historia de su hija Ana y a mediados de este año fue estrenada la película,
con gran éxito: Los milagros del Cielo.
La familia Beam es una familia
cristiana, formada por Kevin, el padre; Christine, la mamá, y sus tres hijas:
Abi, 13 años; Ana, 10 años y Evelyn, 6 años. Todas las noches Christine reza
con cada una de sus hijas; los domingos asisten al servicio en la iglesia… Un
domingo el Pastor dice algo realmente importante: habla del dolor y de la fe.
La fe
se puede poner a prueba; es lo que sucedió en esta familia. La enfermedad
inesperada llena de inquietud a la familia. Una noche, Ana siente un fuerte dolor en el vientre, vomita,
llama a gritos a su mamá, la mamá llama a gritos a Kevin y la llevan corriendo
al hospital… Comienza el recorrido por una serie de médicos que dan
diagnósticos diferentes. Finalmente, concluyen que Ana tiene una especie de obstrucción
intestinal gravísima. Les recomiendan a un médico mexicano, en Boston, que atiende a estos pacientes.
Christine trata por todos los medios de contactar al Doctor
de Boston: es imposible, tiene cantidad de pacientes… ¿Y por qué Dios?...
Una madre no puede ver sufrir
a su hija. Christine decide ir a
Boston a ver al Doctor, sin consulta… Como era de esperar, el Doctor no puede
recibirla... La recepcionista, finalmente, le dice que si hay una cancelación
le avisará.
El diagnóstico del médico es
muy duro: Ana está muy grave… Yo estoy experimentando
una nueva medicación para lo suyo, pero les obligará a venir a monitorearla
cada seis semanas…
Es una nueva prueba para la fe,
ya que no tienen ese dinero.
Nosotros queremos descubrir la
belleza de la familia. Hay un aspecto importante que forma parte de su belleza,
y es cómo se manifiesta en los hijos la
fe que les transmiten sus padres.- Ana, en el Hospital de Boston, tiene a
otra niña como compañera de habitación…
CONTINUARÁ...
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