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martes, 29 de noviembre de 2016

TODOS POR VALE- y 2




Hola!!! Soy Valentina Barrera
Ud. me pregunto qué le diría yo sobre cómo se vive hoy en día.
Le diría que estamos en un mundo en el cual hay mucho egoísmo, vemos que cada día suceden cosas malas.
Estamos abrumados por la sociedad, los jóvenes sienten perder el ánimo, han perdido la esperanza y el gusto de vivir.
Hace falta sentir que nos necesitamos unos a los otros, que juntos podamos salir adelante, muchos hablan de dejar a sus hijos, hermanos, etc, un mejor futuro, pero si no trasmitimos FE, si no somos HUMILDES de corazón, si no VIVIMOS y DEJAMOS VIVIR, si no dedicamos TIEMPO a nuestros seres queridos, si no COMPARTIMOS, si no AYUDAMOS, si no NOS RESPETAMOS..., no podremos tratar de mejorar el futuro.
Debemos aprovechar pequeños momentos que los hacen grandes, por ejemplo, la familia, amigos, compañerismo, etc. No debemos perder la esperanza en un mejor mañana, hay personas que se dedican a hacer el bien a quienes los rodean, debemos dar lo mejor de nosotros mismos.
Muchas veces el mundo nos enseña que existan clases sociales, pero debemos considerar que todos somos iguales antes los ojos de DIOS. Todos tenemos diferencias pero no debe de ser un motivo para la discordia, sino para comprender y reflexionar.
Hemos convertido el dinero para ser feliz, pero en realidad son medios para alcanzar algunas cosas, es por eso que el egoísmo y la avaricia nos están destruyendo, cada día queremos tener más, pero no nos damos cuenta que las cosas maravillosas de la vida son aquellas  que el dinero no puede comprar, AMISTAD y el AMOR.
El mañana está en nuestras manos por eso debemos tomar nuestras mejores decisiones y siempre ante todo reflexionar y tener mucha FE.

“LA VIDA ES UN TESORO PRECIOSO, PERO SOLO LO DESCUBRIMOS SI LO COMPARTIMOS CON LOS DEMAS” PAPA FRANCISCO.

jueves, 24 de noviembre de 2016

TODOS POR VALE- 1

            A Valentina Barrera le administré el sacramento de la Confirmación,  hace ahora un año, en la parroquia de Batlle y Ordóñez. Tan feliz y sonriente estaba que ni me di cuenta que en su cabeza tenía puesta una peluca. Este detalle es lo de menos, en realidad: esta mañana Valentina lucía un turbante verde… y la idéntica sonrisa abierta que refleja su alma.



          Podría estar seria, mirando las cosas a ras de tierra. Cuando terminó el liceo en Batlle, Valentina se fue a Montevideo a hacer la licenciatura en Registros Médicos. Todo venía bien. Extrañaba, claro, la vida del pueblo: estar con la familia, salir con sus amigas… Sobre todo, extrañaba a su hermana Belén, que tiene 13 años y ahora estudia en Minas. Valentina, mientras hace las cosas de la casa (la mamá es enfermera y ahora vive a caballo, entre Batlle y Minas), descuenta las horas que faltan para que vuelva Belén del liceo.

          El caso es que, desde hace más de un año, Valentina tiene instalado el Sarcoma de Ewing. En dos ocasiones ha viajado al hospital Sirio-Libanés, de San Pablo, para empezar un tratamiento con células madre. A fines del próximo enero le darán una alta dosis de quimio, para proceder después a un auto-trasplante. Mientras, recibe en Minas el tratamiento.

         Para resolver lo que cuesta el tratamiento en San Pablo, en Montevideo se hicieron dos beneficios; otro en Illescas; uno más en Zapicán; dos en Minas y, para el 10 de diciembre que viene, Batlle está movilizando a medio mundo. Hasta ahora se han conseguido 50.000 dólares; faltan 100.000 más.

  Esta mañana Valentina y yo hablamos un buen rato. Su vida está llena de esperanza. No le importa morir: desde que vio una vez que la Medalla Milagrosa la cuida con verdadero amor de Madre, confía por completo en Ella.



Me dijo que cuando estaba en Montevideo iba al hospital Teletón. Confesó: - ¡Es que me gusta mucho ayudar! Uno se queja por cosas bobas, la verdad… Me contó también que un matrimonio de su pueblo está feliz porque, después de 6 años de espera (¡¡!!), les han entregado un niño en adopción. – No entiendo el aborto. ¡Cuántas familias hay que quisieran tener un hijo y no pueden! ¿Cómo es que no lo dan en adopción?

         Cuando me iba, le pregunté: - Valentina, en tus circunstancias, ¿qué le dirías al mundo?... Era mucho lo que tenía para contestar, así que quedamos en que me lo va a mandar
por escrito.

         Mientras, todo el que pueda ayude por favor a una chica que vale un Perú.

            Abitab: 69105 Todosporvale

            Cuenta BROU en pesos, Valentina Barrera: 01918536

            Cuenta BROU en dólares: 01929670

          

viernes, 4 de noviembre de 2016

CONGRESO DE LA FAMILIA. LOS MILAGROS DEL CIELO (Fin).

Mientras, en Texas, Kevin y sus hijas acompañan a Ana desde lejos. Kevin sabe que la enfermedad sigue adelante, que Ana puede morir… Decide ir a verla a Boston con sus dos hijas. El problema es el dinero… hasta que se resuelve.



   En todo caso, no hay nada más que hacer: toda la familia vuelve a Texas. El médico ha dicho que la vida de familia es la mejor ayuda que pueden prestarle a Ana.  La hermana mayor quiere entretenerla… Este será el origen de un enorme dolor, de una gran conversión y de un gran milagro.


 Se imaginan... Bomberos, policías, ambulancias, caos. La familia reza intensamente por Ana.


Los bomberos rescatan a Ana, que todavía respira; la llevan en helicóptero al hospital, acompaña Christine… ¿Cómo quedará después de semejante caída y teniendo lo que tiene?... El médico que la atiende dirá que en 25 años de profesión nunca vio algo así: se despertó sonriendo… En un instante, una niña empieza una vida normal. ¿Cómo se explica? Se explica porque Dios existe, sencillamente; se explica porque la oración llega al cielo cuando se hace con fe. 


¡Cuánto nos enseñan los niños! Hablan con Dios, hablan de la vida y de la muerte con naturalidad: porque viven en la verdad. La mayor es la que explica Ana con toda sencillez. 
Se corre por todas partes la historia de esta niña. Ana. En el servicio del domingo se junta mucha gente… Christine explica lo que ha aprendido con la historia de la enfermedad de su hija. 


           Adelanto una, quizás, de las conclusiones de nuestro Congreso Nacional de Familias: descubrir la belleza de la familia pasa por vivir de fe. Y la fe se manifiesta en pequeños o grandes milagros, que suceden dentro y fuera de la familia. ¿No les parece que deberíamos pedir a Dios que sepamos reconocerlos en la propia familia y que sepamos hacerlos a muchas familias? Es así que se irá cumpliendo lo que nos dijo san Juan Pablo II cuando estuvo entre nosotros: “Son las familias cristianas las que harán que nuestro mundo vuelva a sonreír”.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

CONGRESO DE LA FAMILIA. LOS MILAGROS DEL CIELO-1

      El sábado pasado me tocó inaugurar el IV Congreso Nacional de la Familia. Después de superar algunas dudas (¿qué será mejor: un speech fuerte, una apertura tradicional, una denuncia?...) me decidí por transmitir una sola idea, con la ayuda de una historia real hecha película. Aquí reitero lo del sábado.

Es la historia de lo que le sucedió a la familia Beam, en Estados Unidos. Christine Beam, la madre, escribió la historia de su hija Ana y a mediados de este año fue estrenada la película, con gran éxito: Los milagros del Cielo.


La familia Beam es una familia cristiana, formada por Kevin, el padre; Christine, la mamá, y sus tres hijas: Abi, 13 años; Ana, 10 años y Evelyn, 6 años. Todas las noches Christine reza con cada una de sus hijas; los domingos asisten al servicio en la iglesia… Un domingo el Pastor dice algo realmente importante: habla del dolor y de la fe.



La fe se puede poner a prueba; es lo que sucedió en esta familia. La enfermedad inesperada llena de inquietud a la familia. Una noche, Ana  siente un fuerte dolor en el vientre, vomita, llama a gritos a su mamá, la mamá llama a gritos a Kevin y la llevan corriendo al hospital… Comienza el recorrido por una serie de médicos que dan diagnósticos diferentes. Finalmente, concluyen que Ana tiene una especie de obstrucción intestinal gravísima. Les recomiendan a un médico mexicano, en  Boston, que atiende a estos pacientes.
Christine trata por todos los medios de contactar al Doctor de Boston: es imposible, tiene cantidad de pacientes… ¿Y por qué Dios?...

Una madre no puede ver sufrir a su hija. Christine decide ir a Boston a ver al Doctor, sin consulta… Como era de esperar, el Doctor no puede recibirla... La recepcionista, finalmente, le dice que si hay una cancelación le avisará.        
El diagnóstico del médico es muy duro: Ana está muy grave… Yo estoy experimentando una nueva medicación para lo suyo, pero les obligará a venir a monitorearla cada seis semanas…        

Es una nueva prueba para la fe, ya que no tienen ese dinero.



Nosotros queremos descubrir la belleza de la familia. Hay un aspecto importante que forma parte de su belleza, y es cómo se manifiesta en los hijos la fe que les transmiten sus padres.- Ana, en el Hospital de Boston, tiene a otra niña como compañera de habitación…


CONTINUARÁ...