Páginas

domingo, 15 de noviembre de 2015

INTERVENCIÓN CON CARÁCTER URGENTE

       Los adjetivos son muy pobres para calificar lo sucedido en París. Si Francia enviará tropas (¿adónde, si el enemigo está en su propia casa?), si Europa entera lo hará (la tercera guerra mundial de la que habla el Papa sería una espantosa realidad), son opciones sobre las que no voy a opinar. Pero, en todo caso, pienso que urge cada día más recurrir a la intercesión extraordinaria de la Santísima Virgen.

      Transcribo, en parte, uno de los motivos por los cuales entiendo que convendría definir el dogma de la Maternidad espiritual de María:  "pese a ciertas apariencias en contrario -escribió el teólogo M. Schmaus- ha sido siempre una situación de amenaza para la Iglesia la que ha conducido a la formulación de los dogmas. (...) El fundamentalismo musulmán es en distintos lugares de la tierra una gran amenaza para nuestros hermanos en la fe, de los cuales se cuentan por millares los que por ella han dado su vida o han debido exiliarse de sus patrias. (...) Teniendo en cuenta que las personas que profesan serenamente la religión musulmana manifiestan un respeto y cariño especiales a la Madre de Jesús, ¿no contribuiría su exaltación a un entendimiento mayor con los cristianos?". (Del trabajo que ya di a conocer).      


       Durante el Sínodo, después de proponer la definición dogmática de la Maternidad espiritual de la Santísima Virgen, me hicieron esta entrevista que comparto. Recemos más.

1 comentario:

Pablo Santiago Hübner Varela dijo...

Estimado Don Jaime: entiendo que al menos mi sensus fidei dice que es acertada su propuesta y también la que es coadyuvante y propuesta ya creo de que Maria es la Intercesora de todas las gracias.
La sangre de tantos mártires de hoy clama eso y es necesario para nosotros los cristianos inmersos en un mundo ilógico. Y además las persecuciones a los cristianos solapadas o no son tantas en todo rincón del planeta que necesitamos definiciones dogmáticas que son cosas concretas y lo otro homilías, cartas o como se llamen , no soy clérigo , y hasta las encíclicas , no las leemos porque el agobio del cristiano es grande en la vida diaria. Solo son titulares para nosotros el pueblo cristiano sencillo y dicho esto con todo respeto y menos aun para los musulmanes que ud.menciona respetan a la Virgen. Necesitamos algo cortito y clarito como lo es y otra vez la Virgen: el Santo Rosario. Al alcance de todos ilustrados o no. Eso cala.hondo en nosotros. Y en los no cristianos también no solo musulmanes. Yo recuerdo dos personas a que contra viento y marea con lo sencillo y cortito superaron todo hasta que Dios los llamó: el Beato Carlos I de Habsburgo quien heredo un trono imperial en plena I guerra mundial que no compartía y tras tratar de firmar la paz sin éxito, visitaba el frente de guerra para alentar con su presencia a los soldados y llevando el mismo cartas y ayudas a sus familias ,rezando el Santo Rosario cuyas cuentas de oro estaban muy desgastadas por su continuo rezo y uno muy personal: mi madre, muy anciana de 92 años serena a pesar de saber todas las dificultades materiales que tenia y teníamos, rezando a la Santísima Virgen y al Sagrado Corazón ,devoción muy cara también al ultimo káiser austrohúngaro.