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domingo, 18 de octubre de 2015

SINODO: INTERMEZZO FAMILIAR

      Tarde gris la de este domingo romano,  que no invita a salir de casa. Ayer, en cambio, disfrutamos de un atardecer sereno y limpio, inolvidable de puro luminoso.

     Lo disfruté caminando por unas calles desconocidas del barrio en el que vivo estos días, mientras buscaba una farmacia abierta. Le pregunté a una señora de cierta edad dónde podría encontrarla y coincidió con que ella también estaba buscando una. Fuimos juntos.

     Mi acompañante estaba bastante afónica… - Esto del cambio de estación, ¿sabe?... Por la tarde llega a París una de mis hijas… ¡Desde Shanghai, imagínese, doce horas de vuelo! Y desde París viene a Roma; la están esperando sus hijos, 10 y 11 años, mis nietos. Ellos me han dicho: - Abuela, ¡no puedes ir a recibir a mamá con esa voz! Vamos a ver si en la farmacia encuentro algo que me alivie un poco. Pero, espere un momento…: ¡fíjese (se detiene y admira el entorno) qué maravilla, qué luz, cuánta belleza! Ah, Dio mio!... Uruguay... Yo conocí un matrimonio uruguayo, hace muchos años…, nos hicimos muy buenos amigos…

     Llegamos a la farmacia. Llevaba conmigo la receta del médico que había ido a verme a mi casa (si sacas un seguro médico para el viaje y lo puedes utilizar…). Tal y como me lo habían comunicado por teléfono (“dentro de una hora y media el médico estará en su dirección”), el doctor Andrea M. llegó puntualmente, escuchó mis cuitas, me auscultó, comprobó que el bronco espasmo “ancora é lí” y recetó.

      El doctor Andrea es joven y se ha casado hace tres años. Envuelta en una media sonrisa, su actitud profesional da seguridad. Él y su mujer quieren tener hijos, pero aún no llegan: - ¡Para nosotros la familia es lo más importante!, me dice en tono casi solemne y lleno de verdad. - ¿Usted es obispo y participa en el Sínodo? ¡Ah, no envidio su trabajo! Y además, ¡todo en latín! (No, eso ya no, gracias a Dios).

    Terminó la entrevista. No conocía la iglesia de Santa María de la Paz, donde están los cuerpos de san Josemaría Escrivá y del beato Álvaro, su sucesor. Fuimos. Rezamos un rato: - Les he dejado “un buon pacco” de intenciones, me dice el doctor Andrea al salir.

    Nos despedimos. Esta mañana, cuando abrí el e mail, encontré éste: Buongiorno Eccellenza, Come sta? Spero che si senta meglio. Le invio i miei recapiti per qualsiasi sua necesità (…). Le auguro una serena Domenica.

     Naturalmente que me siento mucho mejor: la abuela, los nietos, el doctor, la oración: un sabor de familia, en suma, que es una delicia.

   

     

2 comentarios:

Rosario dijo...

Gracias !!! Otra cara del Sinodo!!

Unknown dijo...

Queridísimo don Jaime: Desde Bella Vista, Argentina, seguimos rezando mucho por el éxito de Sínodo , para que mammon no lo llene con su humo. Rezamos también muy especialmente en nuestra hora de adoración al Santísimo, por su persona, sus intenciones, y por el santo Padre, para que el Espíritu Santo haga defender sobre él, sus sagrados dones, iluminando sus desiciones.
Le mandamos un cariño grande, y esperamos verlo a su regreso.
Mercedes y Nicanor.