¡Hay que ver las cosas que pasan!... Y también (y sobre todo) las que quedan. Las que pasan llevando consigo una carga -hoy débil, mañana quizás muy fuerte- de permanencia, interesan a este blog. Esas "cosas que quedan" se expresan en canciones, poemas, testimonios y comentarios. Su común denominador se llama belleza, sentido común, esperanza, fidelidad... Las "cosas que pasan" siguen de largo; las otras son las que interesan aquí.
miércoles, 28 de octubre de 2015
domingo, 25 de octubre de 2015
SÍNODO: ALGUNAS PREGUNTAS, ALGUNAS RESPUESTAS
Terminó el Sínodo. La última sesión, ayer, sábado, fue
densa: desde las 9 de la mañana, hasta la una del mediodía escuchamos la
lectura de la Relación final. A las 4 y media de la tarde empezó la votación de
cada uno de los 94 números que tiene. Acabamos dos horas más tarde.
Ha sido mi primera experiencia sinodal. Necesito un poco de
tiempo para ponderarla. En todo caso,
creo que pasará a la historia como el Sínodo del que más se ha hablado… antes
de que se celebrara. ¿Y ahora?
Ahora sólo voy a responder a algunas de las muchas
preguntas pre-sinodales que ya tienen contestación.
-
¿Ha cambiado la doctrina de la Iglesia sobre el
matrimonio?
-
Ha sido reforzada y mejor presentada la enseñanza de
siempre. Pienso que se ha acertado en destacar la belleza del plan de Dios, que
quiso instituir el matrimonio para el hombre y la mujer: uno con una y para
siempre, y haciéndolos partícipes de su poder creador.
- ¿Ha dicho algo el Sínodo sobre la regulación de la
natalidad en el matrimonio?
-
Ha dicho mucho. El número 63 reitera la
importancia de “redescubrir las enseñanzas contenidas en la Humanae vitae y en
la Familiaris consortio, con el fin de alentar la disponibilidad a procrear, en
contraste con una mentalidad a menudo hostil a la vida” (…) “Sin duda, los
hijos son un maravilloso don de Dos, una alegría para sus padres y para la
Iglesia. Por medio de ellos el Señor renueva el mundo”.
-
¿Qué pasa con los divorciados y vueltos a casar?
- El Papa Francisco está llevando a la Iglesia por el
camino de la misericordia –el Año Jubilar está ya muy cerca- y es esta actitud
de fondo la que hay que cultivar, para comprender lo que ha dispuesto el Sínodo
en este sentido.
-
¿En qué consiste?
-
El número 84, titulado “Discernimiento e integración”,
comienza así: “Los bautizados divorciados y vueltos a casar civilmente deben
ser más integrados en las comunidades cristianas, de las diversas maneras
posibles, evitando toda ocasión de escándalo. La lógica de la integración es la
llave de su acompañamiento pastoral, para que no solamente sepan que pertenecen
al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia, sino que puedan tener una alegre y
fecunda experiencia”.
-
¿Pueden comulgar o no?
-
Sobre la recepción de la Eucaristía por parte de las
personas divorciadas y vueltas a casar no dice nada el texto. En cambio, se
anima a los sacerdotes a “acompañar por el camino del discernimiento a las
personas interesadas, según la enseñanza de la Iglesia y las orientaciones del
Obispo”.
-
¿Y sobre el “camino penitencial”, del que se habló
tanto?
-
Sobre esto tampoco dice nada la Relación aprobada.
-
¿Por qué estos silencios?
- En mi opinión, lo importante es fomentar en la Iglesia
la actitud misericordiosa, como he dicho. Teniendo en cuenta la enseñanza de la
Iglesia, la conciencia bien formada y con la ayuda del sacerdote, según las
orientaciones del obispo, es necesario tratar a cada persona personalmente,
valga la redundancia, es decir, conociendo sus circunstancias para poder
discernir su real situación.
-
¿Y esto no dará lugar a un relativismo moral?
-
Confío en que con la ayuda de Dios podremos acertar y
ayudar a cada uno a vivir en la verdad. Quiero animar a leer despacio la
Relación, cuando esté traducida, para poder captar cuántos matices tiene la actitud misericordiosa,
así como para mejorar la Pastoral familiar, porque es una gran verdad lo que
dijo san Juan Pablo II: “Son las familias cristianas las que harán que nuestro
mundo vuelva a sonreír”. A esto vamos, es lo más importante.
viernes, 23 de octubre de 2015
SÌNODO: ABBIAMO VINTO, MAMMA! (a la uruguaya)
Recordarán el mal sabor que me dejó la frustrada intervención en el Aula del Sínodo. Pienso que conseguí tragarlo (a medias), utilizando el
comodín “por algo será”… Pero la verdad es que no lograba digerir del todo la
humillación: tuviste la oportunidad de concretar lo que considerabas importante…
y fallaste. Pero en un momento, hace pocas horas, todo cambió: a la uruguaya,
eso sí.
La mañana de hoy, Viernes, estuvo dedicada a hacer observaciones al
borrador de Relación final del Sínodo, que nos entregaron ayer. Se apuntaron
para hablar 32 obispos.
La sesión comenzó a las 9.00, el Papa Francisco presente y
presidiendo la reunión el cardenal Tagle, el mismo que, con razón, había cortado el micrófono la semana pasada, cuando me pasé del tiempo previsto.
A medida que iba escuchando las
intervenciones, un pensamiento empezó a inquietarme: -¿Por qué no intentar que
los 270 obispos escucharan hasta el final mi intervención truncada?... Traté de
desechar la idea, pero era fuerte, fuerte…
Dieron las 10.30 y el cardenal dijo que era la hora del break.
Me acerqué entonces a la mesa de presidencia: - No me apunté para
hablar, porque mi intervención no es sobre el borrador. Pero, si fuera posible,
me gustaría leer hasta el final el texto que tenía preparado la semana pasada…
El cardenal Tagle respondió: - Veremos si hay tiempo.
Desde las 11 hasta las 12 y 17 (la reunión terminaba 12.30) fue llamando a uno, y a otro, y a otro, y a otro… Nervios de final de
campeonato ¡mundial! Por medio de uno de los ayudantes del Sínodo le mandé, por las dudas, un
papelito: Please, remember me.
Finalmente, cuando terminó
su intervención el cardenal Robert Sarah fue mi turno. Leí el texto de cabo a
rabo, el que ya conocen: después de explicar los motivos, le pido al Papa que
promueva una consulta a toda la Iglesia, sobre la conveniencia de definir como
verdad de fe la Maternidad espiritual de María. Recibí aplausos discretos, como es de
estilo, al terminar la exposición.
No sé cómo continuará la historia. Pero siento una alegría redonda
y grande: el Papa Francisco, los cardenales de la Curia Romana,
los representantes de los episcopados de todo el mundo y los invitados laicos
de los cinco continentes escucharon la petición.
Me viene a la memoria la escena final de La vita é bella, ¿se acuerdan? El niño,
feliz, gritándole a su madre: Abbiamo
vinto, Mamma! Lo digo en su exacto doble
sujeto, porque la verdad es que hoy cumplía años mi madre y fue a ella a
quien le encomendé insistentemente meter el gol, tan uruguayo, de esta mañana.
jueves, 22 de octubre de 2015
SÍNODO: EL PAPA DE LA FAMILIA
Hoy es 22 de octubre y en la Iglesia celebramos a san Juan
Pablo II, Papa: quien quiera rezar por el Sínodo de la Familia, hágalo hoy por
medio de su intercesión.
Hace pocos días me contó un
Cardenal: - En una ocasión, el Santo Padre Juan Pablo II me dijo: si la
historia quisiera recordarme, me gustaría que lo hiciera recordándome como “el
Papa de la familia”.
El lunes pasado, antes de empezar la reunión de mi Círculo,
fui a la Basílica de San Pedro con la intención de rezar ante la tumba que
guarda los restos del santo pontífice, en la nave derecha. (Advierto: entrar en
San Pedro con esa intención requiere un previo propósito de recogimiento, de no
permitirse ninguna distracción con los miles de japoneses, suecos, alemanes y
personas de todas las latitudes que, celulares y máquinas en ristre,
fotografían hasta los zócalos de la Basílica).
Conseguí llegar y estuve un rato hablando con san Juan
Pablo II. En nuestra charla salió su Carta a las Familias, la Familiaris
consortio…, pero sobre todo me vino a la memoria su inolvidable grito de
aliento al comenzar su pontificado: “¡No tengáis miedo, abrid las puertas a
Cristo!”.
A la vuelta de 37 años de aquel 22 de octubre de 1978,
cuando comenzó su pontificado, es una voz de ánimo que llega desde el Cielo.
Esta tarde será presentado el proyecto de Relación final
del Sínodo y nos lo entregarán. Mañana podremos consignar por escrito
eventuales observaciones. El sábado por la mañana se leerá en el Aula y por la
tarde tendrá lugar la votación de la Relación. San Juan Pablo II ruega por
nosotros, los Padres sinodales, y nos da una gran paz.
miércoles, 21 de octubre de 2015
SÍNODO: UN PASEO Y CUATRO BOTONES DE MUESTRA
Esta tarde (Martes) pude darme el gusto de un pequeño paseo por el Gianícolo, preciosa colina que regala una vista de Roma incomparable. En la calle Trenta Aprile se encuentra la Facultad “Marianum”, con cuyo rector, el profesor Salvatore Perrella, tengo amistad.
Fui a verlo para saber en qué andaba (Perrella produce libros de Mariología de manera exuberante, da clases, dirige la facultad y no se cuántas tesis doctorales y siempre tiene tiempo para tomar un café). Hablamos de muchas cosas. Fue un encuentro enriquecedor.
Al despedirme empecé el paseíto, planteándome, entre otras, dos preguntas: ¿por qué el Sínodo previó la primera semana para el estudio de la primera parte del Instrumentum laboris, la segunda para la segunda y la tercera para la tercera, sabiendo como sabíamos todos que en esta última se encontraban los temas más discutidos? ¿Por qué se adelantaron los tiempos (ayer publiqué el nuevo calendario que nos fue entregado), que indicaba hoy, Martes, a las 12.30, la dead line para entregar las Relaciones y los modos de los distintos Círculos menores?
Me dirán, supongo, que así será más fácil para los redactores de la Relación final. Sí, pero lo cierto es que no ha habido tiempo para profundizar en los temas gruesos. ¿Entonces?
Durante el paseo por el Gianícolo ha vuelto a admirarme la capacitas loquendi de los italianos. Cuando comenzamos esta mañana la reunión de mi Círculo, el Moderador pidió expresamente que fuéramos concretos y puntuales en los comentarios. A eso de las 11.15 escuchamos aplausos en la sala vecina, donde estaba reunido un grupo de lengua española: era la señal de que habían terminado su trabajo. Nosotros continuamos hasta las 13.15.
Este retraso mayúsculo fue la causa de mi paseo por el Gianícolo: como no tenía tiempo de volver a casa a ponerme la sotana filetata, necesaria para la sesión de la tarde, a la que no asistí, comí algo y exclamé con originalidad: come sei bella Roma!
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(Miércoles 21, 10.50 de Roma)
Botones de muestra. Copiar y
pegar, es lo único que haré. Adjunto cuatro párrafos significativos de distintas
Relaciones de los Círculos minores, presentados ayer por la tarde. Se refieren
todos al tema de la integración en la Iglesia de los divorciados y vueltos a
casar. Dan idea de “por dónde van los tiros”.
1) Ha despertado poco entusiasmo lo que el IL
llama “camino penitencial”. Reafirmamos la disciplina actual y recomendamos las
formas de participación (de los divorciados y vueltos a casar) mencionados en
Familiaris Consortio, 84.
2) Creemos que la mejor oferta que
podemos hacer al Santo Padre es señalarle las dudas y aciertos que tenemos,
para que él pueda con la ayuda del Espíritu señalarle a la Iglesia y al mundo
la salvación de la que es portador, custodio y centro de la unidad de la fe.
3) La mayoría afirma la actual
enseñanza y práctica de la Iglesia sobre la participación en la Eucaristía de
quienes están divorciados y vueltos a casar civilmente. (…) La mayoría afirma
también que la decisión de aceptarlos a la Eucaristía no puede dejarse en manos
de cada Conferencia Episcopal. Si se hiciera esto se correría el grave riesgo
de atentar contra la unidad de la Iglesia y su orden sacramental.
4) La situación de las personas
divorciadas y vueltas a casar nos ha llevado a subrayar las posibilidades de
participación en la vida de la comunidad cristiana, que menciona Familiatis
Consortio n. 84. Muchos han declarado que deben ser mejor conocidas y
profundizadas estas formas de participación y se han interrogado sobre la
necesidad de mantener, o no, algunos de
los límites actuales (ser Lector, participar en el Consejo Pastoral…). Acerca
del acceso a los sacramentos, el Círculo se ha pronunciado por mantener la
disciplina actual.
martes, 20 de octubre de 2015
SINODO: TIEMPO CAMBIANTE
Cambiante está el tiempo en Roma: de a ratos sale el sol, de a ratos llueve.
Ha sido ajustado el calendario de esta última semana del Sínodo. Ayer, lunes, como estaba previsto, se reunieron los Círculos menores para estudiar la tercera parte (la más complicada) del Instrumentum laboris (en realidad, ya habíamos empezado a hacerlo).
Mañana por la mañana se terminará el estudio y, al mediodía, deberan entregarse las Relaciones de esta tercera parte. Por la tarde se leerán a todos en el Aula del Sínodo. (También tendrá lugar una primera votación para elegir el nuevo Consejo del Sínodo de los Obispos).
El miércoles, los que trabajarán serán los que tienen que elaborar la Relación final. Un primer borrador será presentado a los Padres el jueves por la tarde y el viernes por la mañana se discutira en el Aula (esta maquina italiana escupe acentos cuando ella quiere, lo siento),
En la mañana del sábado se leerá en el Aula sinodal la Relación final y, por la tarde, tendrá lugar la votación. El domingo, solemne Misa de clausura del Sínodo.
Al retirarnos ayer, una vez terminada la reunión de los Círculos menores, uno de los Padres me comentó: - Hemos votado, pero no me gustó porque no terminamos contentos.
Cambiante está el tiempo en Roma: de a ratos sale el sol, de a ratos llueve.

domingo, 18 de octubre de 2015
SINODO: INTERMEZZO FAMILIAR
Tarde gris la de este
domingo romano, que no invita a salir de
casa. Ayer, en cambio, disfrutamos de un atardecer sereno y limpio, inolvidable
de puro luminoso.
Lo disfruté caminando por
unas calles desconocidas del barrio en el que vivo estos días, mientras buscaba
una farmacia abierta. Le pregunté a una señora de cierta edad dónde podría
encontrarla y coincidió con que ella también estaba buscando una. Fuimos
juntos.
Mi acompañante estaba bastante
afónica… - Esto del cambio de estación, ¿sabe?... Por la tarde llega a París
una de mis hijas… ¡Desde Shanghai, imagínese, doce horas de vuelo! Y desde
París viene a Roma; la están esperando sus hijos, 10 y 11 años, mis nietos.
Ellos me han dicho: - Abuela, ¡no puedes ir a recibir a mamá con esa voz! Vamos
a ver si en la farmacia encuentro algo que me alivie un poco. Pero, espere un
momento…: ¡fíjese (se detiene y admira el entorno) qué maravilla, qué luz,
cuánta belleza! Ah, Dio mio!...
Uruguay... Yo conocí un matrimonio uruguayo, hace muchos años…, nos
hicimos muy buenos amigos…
Llegamos a la farmacia.
Llevaba conmigo la receta del médico que había ido a verme a mi casa (si sacas
un seguro médico para el viaje y lo puedes utilizar…). Tal y como me lo habían
comunicado por teléfono (“dentro de una hora y media el médico estará en su
dirección”), el doctor Andrea M. llegó puntualmente, escuchó mis cuitas, me
auscultó, comprobó que el bronco espasmo “ancora é lí” y recetó.
El doctor Andrea es joven y se
ha casado hace tres años. Envuelta en una media sonrisa, su actitud profesional
da seguridad. Él y su mujer quieren tener hijos, pero aún no llegan: - ¡Para
nosotros la familia es lo más importante!, me dice en tono casi solemne y lleno
de verdad. - ¿Usted es obispo y participa en el Sínodo?
¡Ah, no envidio su trabajo! Y además, ¡todo en latín! (No, eso ya no, gracias a
Dios).
Terminó la entrevista. No
conocía la iglesia de Santa María de la Paz, donde están los cuerpos de san
Josemaría Escrivá y del beato Álvaro, su sucesor. Fuimos. Rezamos un rato: -
Les he dejado “un buon pacco” de intenciones, me dice el doctor Andrea al
salir.
Nos despedimos. Esta mañana,
cuando abrí el e mail, encontré éste: Buongiorno
Eccellenza, Come sta? Spero che si senta meglio. Le invio i miei recapiti per qualsiasi sua necesità (…). Le auguro una serena Domenica.
Naturalmente
que me siento mucho mejor: la abuela, los nietos, el doctor, la oración: un
sabor de familia, en suma, que es una delicia.
viernes, 16 de octubre de 2015
SÍNODO: EL CAMINO APROPIADO
Ayer de mañana intervine en el Sínodo. Después de haberme
anotado el lunes pasado en la Secretaría General para hablar, estuve a la
espera de que el Presidente de turno de la Congregación General (ayer era el
cardenal Tagle, filipino) me diera la entrada.
El tiempo previsto de cada intervención, 3 minutos que se
pueden extender algunos segundos. Si se pasan de más, se da la orden y te
cortan el micrófono. Y esto fue, exactamente, lo que me sucedió.
Se imaginan que había preparado, corregido, leído, podado
y vuelto a podar mi texto, de manera de quedarme en los 3 minutos y algunos
segundos. Pero me pasé. Y, cuando estaba a punto de llegar a la conclusión, se
apaga el micrófono y no puedo seguir hablando.
¿Por qué, qué ocurrió? Pasó que, apenas
empecé con las primeras frases, me di cuenta de que el fuelle pulmonar estaba
decididamente perezoso, lánguido, fatigado, como una locomotora vieja. (¡Ay,
Roma, que esta “ottobrata” me está matando!).
Al terminar la
sesión hablé con el Sub secretario del Sínodo y le expliqué el motivo de mi
demora al hablar, sin abrigar una mínima esperanza de poder terminar mi
discurso. En efecto: hay que cumplir las reglas.
El texto escrito está incorporado al material del Sínodo,
y esto es lo que interesa. En mi opinión (compartida con un
montón de obispos de distintos países) es una propuesta bien válida. Su motivación de fondo la presenté hace unos meses a los lectores de este blog.
Me pasé el día, lo confieso,
desconcertado y descontento conmigo mismo. De a ratos me venía la idea de que
el camino apropiado, para que el amor de la Virgen llegue a todos tiene que ser
silencioso y doloroso. Es un pensamiento que me reconforta.
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INTERVENCIÓN EN EL SÍNODO DE LOS OBISPOS SOBRE LA VOCACIÒN Y MISIÒN DE LA FAMILIA.
El número 145 del Instrumentum laboris contiene esta
valiosa afirmación: “María, en su
ternura, misericordia, sensibilidad materna puede alimentar el hambre de
humanidad y vida; por eso la invocan las familias y el pueblo cristiano”.
Estas palabras reflejan una
experiencia viva, que distingue de manera especial a los pueblos de
Latinoamérica, puesto que el recurso a la Virgen, expresado en numerosas formas
de piedad popular mariana, es parte esencial de nuestro modo de vivir la fe. Frente
a los desafíos de la “nueva evangelización”, cuando debemos anunciar a
Jesucristo y al “evangelio de la familia” en un mundo hostil, María Santísima,
que “precede” constantemente a la Iglesia
(vid. Juan Pablo II enc. Redemptoris
Mater, n. 49), nos abre el camino, nos conforta y llega a los corazones con su índole
materna.
Escribió el Papa
Francisco, “cada vez que miramos a María,
volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño”. Ella “es la Madre de la Iglesia evangelizadora;
(…) y sin ella no terminamos de
comprender el espíritu de la nueva evangelización” (enc. Evangelii gaudium, ns. 288 y 284).
Durante el
inolvidable Año Mariano de 1987-1988, san Juan Pablo II percibió una tarea que,
en el contexto en que nos encontramos ahora, adquiere un relieve singular: la
Iglesia, escribió, debería preparar (…) cara al futuro, las vías de la cooperación con María
(cfr. enc. Redemptoris Mater, n. 49).
Dicho de otra manera: en la mente del santo pontífice, la Iglesia tendría que
descubrir cómo “facilitarle” a la Virgen el ejercicio de su Maternidad, que en
su Corazón Inmaculado abarca a todas las mujeres y hombres del mundo.
En este sentido, el Catecismo
de la Iglesia Católica recoge una espléndida posibilidad: “los dogmas –se lee en el número 89- son
luces en el camino de nuestra fe, lo
iluminan y lo hacen seguro”. Debiendo,
pues, lanzarnos a la aventura de la “nueva evangelización” y pensando en “las
vías” para que el amor materno de la Virgen Santísima alcance eficazmente a todas
sus hijas e hijos sin exclusión alguna y estén donde estén, nos preguntamos: ¿no
será el camino más seguro –iter para
tutum!- el de la proclamación solemne y definitiva del dogma de su
Maternidad espiritual, realidad dichosa, creída, experimentada y amada por todo
el pueblo cristiano? A su vez, ¿no sería dicho acto el gran impulso de santidad
y de sentido apostólico que necesita la Iglesia?
La respuesta a esta
doble pregunta debe darla al entero cuerpo de la Iglesia. Lo enseñó claramente el
Beato Cardenal John Henry Newman: “el cuerpo
de los fieles, escribió, es uno de
los testigos del carácter tradicional de la doctrina revelada, y (…) dicho consensus a través de la Cristiandad, es la voz de la
Iglesia Infalible”. Enseñaba concretamente que, al prepararse una
definición dogmática, “el laicado tendrá
un testimonio para dar; pero si hay una instancia en la que debería ser consultado, es respecto de
doctrinas concernientes directamente a lo devocional. (…) El pueblo fiel tiene una especial función en lo que respecta a aquellas
verdades doctrinales relacionadas con lo cultual (…) Y la Santísima Virgen es preeminentemente objeto de devoción” (J.
H. Newman, Los fieles y la tradición,
Buenos Aires 2006, pp. 63 y 110s).
En suma: por estos motivos teológicos, de los que podemos
extraer consecuencias muy ricas de índole pastoral, y considerando, como ha
enseñado el Papa Francisco, que el
“sensus fidei” del santo pueblo fiel de Dios, en su unidad nunca se equivoca (Homilía 1-I-2014), quiero proponer al Santo Padre la realización de una consulta dirigida a
toda la Iglesia, Pastores y fieles laicos, sobre la conveniencia de definir
como verdad de fe la doctrina de la Maternidad espiritual de María Santísima.
Muchas gracias.
+ Mons. Jaime Fuentes
Obispo de Minas
Uruguay
12-X-2015
jueves, 15 de octubre de 2015
SÍNODO: PALABRAS NUEVAS Y UNA BUENA NOTICIA
Hoy es la fiesta de Santa Teresa de Jesús y me viene al
recuerdo aquel deseo suyo de disponer de "palabras nuevas" para explicar
el amor de Dios...
Se me ocurre porque ayer, durante la llamada Congregación General (plenaria de todos los asistentes al Sínodo) de
un modo u otro es lo que se ha pedido en las síntesis de la gran mayoría
de los 13 Círculos menores: "un nuovo linguaggio" que pueda expresar
bien la belleza del plan de Dios sobre el matrimonio y la familia.
La
segunda parte del Instrumentum laboris ha recibido bastantes palos, por su acento
extremadamente sociológico. Se pide que se rehaga, teniendo a la vista
lo que la Biblia y el magisterio enseñan.
No
es un asunto fácil, pero hay que empezar a hacerlo. En mi Círculo, por ejemplo, se ha
hablado mucho de la "oblatividad" del amor conyugal... Cuando he preguntado cómo traducirlo, me han hablado de "entrega total": -¿Y entonces por qué no decimos "entrega total", que lo entiende cualquiera? - Ah, lei pensa che sarebbe meglio?... (Usted cree que sería mejor?)...
Por lo demás, ayer, al terminar la sesión de la tarde (7.00) cardenales y obispos latinoamericanos celebramos la Santa Misa en la iglesia de Santa Mónica, casi al lado del aula del Sínodo. Fue organizada por la Comisión para América Latina, de la cual es vicepresidente el doctor Guzmán Carriquiry.
Fue importante lo que dijo en la homilía el cardenal Marc Ouellet, presidente de esa Comisión: subrayó que el solo hecho de que obispos de todo el mundo, en un tiempo en que la familia es atacada por ideologías y legislaciones que la quieren destruir, estemos hablando sobre ella a escala mundial es ya una muy buena noticia. Nos mueve el deseo de ser fieles al plan de Dios y a toda la humanidad. Y nada más.
Por lo demás, ayer, al terminar la sesión de la tarde (7.00) cardenales y obispos latinoamericanos celebramos la Santa Misa en la iglesia de Santa Mónica, casi al lado del aula del Sínodo. Fue organizada por la Comisión para América Latina, de la cual es vicepresidente el doctor Guzmán Carriquiry.
Fue importante lo que dijo en la homilía el cardenal Marc Ouellet, presidente de esa Comisión: subrayó que el solo hecho de que obispos de todo el mundo, en un tiempo en que la familia es atacada por ideologías y legislaciones que la quieren destruir, estemos hablando sobre ella a escala mundial es ya una muy buena noticia. Nos mueve el deseo de ser fieles al plan de Dios y a toda la humanidad. Y nada más.
martes, 13 de octubre de 2015
SINODO. APRENDER A LEER LAS INFORMACIONES.
Hoy, lunes, y mañana nos reunimos en los Círculos menores, para seguir el estudio del Instrumentum laboris. En su tercera parte, como es sabido, se encuentran varios temas difíciles que requerirán profundización particular y vamos ganando tiempo.
Al terminar la sesión de la mañana, vi por TV la rueda de prensa en la que participaron un Padre sinodal que hablaba en inglés, otro en italiano y un sacerdote en español. Estaba también una señora, de lengua francesa. Dirigía el P. Lombardi.
Un tema más que importante, en las informaciones, es el de "framing" o encuadre. Porque hoy, después de lo que dijo el informador italiano, no me extrañaría que mañana el título del despacho sea algo así: "El Sínodo dice que no hay distinción entre pecado y pecador". O, también: "El Sínodo enseña que sólo la conciencia es la norma de la actuación". O similares.
La cosa, en mi opinión, está en el encuadre que ofrecen los que informan a la prensa. Dijo UN Padre sinodal, hablando por su propia autoridad, que la distinción clásica entre pecado y pecador podría ser superada... Dijo UN Padre, que habría que cuidar más la formación de la conciencia para que...
Es difícil informar bien y transmitir bien. Hay buenos explicadores y buenos informadores. Hay periodistas que saben encuadrar sus informaciones correctamente y otros cuyo marco está deformado por clichés e via dicendo, (etcétera). Si se juntan unos y otros... mamma mia!
Andaba con este run run, cuando me encontré con el Cardenal Scherer, Arzobispo de Sao Paulo. Le pregunté algo muy general... y me dijo: - Mire, el camino sinodal es un camino mooolto lungo, molto lungo, ed é necessaria mooolta pazienzia, moolta pazienzia.
domingo, 11 de octubre de 2015
SÍNODO: LA HORA DEL DIABLO
Ayer, sábado, parecería que fue, en
el Sínodo, “la hora del diablo” (en todo Concilio o Sínodo dicen que la hay).
Uno de los Padres proveniente de Europa oriental–no está permitido dar los
nombres- recordó lo que en 1972 había dicho amargamente Pablo VI: “el humo de
Satanás sale por las grietas de la Iglesia”. Esto, en su opinión, se verificó
en 2014, durante la primera parte del Sínodo, cuando algunos pretendieron
tratar por igual a los divorciados y vueltos a casar, a los homosexuales…
Insistió el obispo en la necesidad de explicar de nuevo el “evangelio de la
familia” y remachó su intervención diciéndonos que de ninguna manera podemos
destruir la roca de la doctrina de la Iglesia.
Ocupaba la presidencia del Sínodo el
Cardenal Napier, sudafricano, quien después de agradecerle al obispo sus
palabras, comentó haciéndonos reír- Todavía no me he puesto la máscara para el
humo, pero deberemos ponérnosla…
Varias de las intervenciones de ayer
se refirieron al mismo tema: si los divorciados y vueltos a casar podrían
recibir la Comunión, asunto del que se habla en términos de “tenerezza” o, como
aseguró otro obispo en nombre de la entera conferencia de obispos de su
país, recordando que no tenemos la posibilidad de cambiar la doctrina.
Más allá de este tema, sobre el
cual, como dije en un servicio anterior, el Papa ya había advertido que
parecería que es el único que interesa a los periodistas, en la asamblea
plenaria de ayer hubo varias intervenciones que apuntan a algo de mucho mayor
calado pastoral: la preparación que deben tener quienes quieren contraer
matrimonio en la Iglesia.
En este sentido, hubo coincidencias
en que la preparación tiene que comenzar antes: en la propia familia cristiana,
como es lógico, y en los centros de educación. Después vendrá la preparación
inmediata, como dice Familiaris Consortio,
en la que la Iglesia deberá afinar y mejorar sus recursos. Como se ve, hay
mucho para pensar y concretar en este campo.
Relacionado con él está el llamado
“acompañamiento” de los esposos, en particular de los recién casados. Es un
asunto de especial importancia, sobre el que hay unanimidad. ¿Cómo concretarlo?
Transmito, aquí y ahora, una
experiencia personal: hace unos meses empecé a llamar por teléfono a los
matrimonios que se casaron en la catedral de Minas dos años atrás. Me consta que
la mayoría no vienen a Misa, pero si se trata de acercarse… – Te llamo para
saber cómo están, si van bien, si necesitan algo… Después de la sorpresa
inicial, todos me han agradecido la llamada: ha quedado abierta una puerta.
Casi al terminar la sesión de ayer,
un cardenal volvió a referirse al diablo –proprio sul serio- y a su
particular empeño para que no haya unidad entre quienes participamos en el
Sínodo: debemos estar vigilantes, dijo. Añado: vi prego di pregare, recen, por favor.
viernes, 9 de octubre de 2015
SÍNODO Y MISA DE LOS URUGUAYOS. ¡VIVAN LOS NOVIOS!
Hoy no fui a la Congregación General del Sínodo, de manera que no tengo nada en particular para contar. El motivo de mi ausencia ha sido tan vulgar como la suma de calor y humedad: se cierran los bronquios y te dejan fuera de juego. Mañana será distinto, si Dios quiere.
He leído varios informes, sobre las relaciones presentadas a los Padres sinodales por la mañana y por la tarde, y coincido, en general, con lo que dicen: en el Círculo menor italiano en el que estoy se han hecho observaciones parecidas.
Si se trata de subrayar algún aspecto, encuentro que el más importante es el del carácter "europeo" de no pocos enfoques del Instrumentum laboris. Expliqué en mi Círculo que la realidad de Latinoamérica, por ejemplo, es bastante más matizada que la que presentan algunos de esos moldes.
Otro tema no menor es el de las traducciones. Ahora, cuando estoy trabajando con el original italiano, veo que hay modos de decir mal traducidos al español. Del mismo tema se han quejado los miembros de otros Círculos.
Sobre la teoría de género se habló en todos ellos. No me extrañaría (es mera opinión personal) que llegue algún documento profundo y claro sobre esto, advirtiendo sobre sus errores y sus manifestaciones.
Ayer, a las 7.30 de la tarde, me encantó la participación en la "Misa de los uruguayos". Desde hace años, por iniciativa del Obispo de Canelones, Alberto Sanguinetti, en la basílica de los Doce Apóstoles se encuentra entronizada una imagen de la Virgen de los Treinta y Tres, Patrona de nuestro país. El día 8 de cada mes -el 8 de noviembre es su fiesta grande- se reúnen los uruguayos que están en Roma y para la Santa Misa.
La de ayer fue presidida por el Cardenal Sturla y a mí me tocó la predicación. Asistieron el nuevo embajador ante la Santa Sede, Francisco Ottonelli; los sacerdotes Gonzalo, Arturo, Nacho y Mons. Laterza; el matrimonio Carriquiry; la señora A. Hartmann; Susana González, de la Institución Teresiana; una religiosa de Durazno; otra señora que me preguntó si yo era "algo" de Marga y Betty (lo que puede el éxito); Conce y su novio; Julián Barquín; otra señora cuyo nombre no recuerdo...
Me gustó especialmente que nuestro embajador, en la Oración de los fieles, pidiera -poder de la oración- por todas las parejas de novios de nuestro país, para que puedan formar el matrimonio que desean. Me gustó: ¡vivan los novios!
jueves, 8 de octubre de 2015
SÍNODO: ALLEGRO CON SERENITÀ
Ayer fue mi primera experiencia de
trabajo en el Círculo menor italiano: desde las 4 y media hasta la 7 de la
tarde.
Votamos para elegir al Moderador del grupo
y al Relator: son los dos que tendrán que trabajar “proprio sul serio”: dando
la palabra, sintetizando, proponiendo, resumiendo lo que se ha dicho…
El Cardenal Angelo Bagnasco, presidente de
la Conferencia Episcopal Italiana es el Moderador del Círculo y, debo decirlo,
un fuera de serie: escucha, atiende a cada uno con auténtico interés, da la
palabra con delicadeza, no interrumpe, vuelve atrás, explica, sintetiza… Todo
un ejemplo.
Dimos una mirada general al Instrumentum laboris, previa aclaración
de que también forma parte de nuestra documentación la Relación General del
cardenal Erdó.
Arrancamos con la primera de las tres partes
en que está dividido el IL. Hoy continuamos la tarea: desde las 9 a las 12.30 y de 4 y media a
siete. El coffee break de las 10.30 es muy bien recibido.
Por el trabajo de estos dos días, saco la
impresión de que el método Ver, Juzgar, Actuar (en Latinoamérica tiene carta de
ciudadanía, después de muchos años de uso), no termina de convencer. El
Instrumentum laboris, redactado según esta forma, contiene afirmaciones buenas
y algunas muy buenas. Pero, en su conjunto, el VER ha sido hecho con ojos
demasiado europeos. Vamos avanzando y proponiendo mejoras: allegro con serenitá.
martes, 6 de octubre de 2015
SÍNODO, DÍA INTENSO
Ayer empezamos muy puntualmente a las 9 de la
mañana, presididos por el Papa, que ha sido el primero en llegar (y el último
en irse, a las 7 de la tarde, después de una jornada de tres horas y media
hasta el mediodía y dos horas y media por la tarde).
No esperaba para nada poder hablar con
él en el coffee break de las 10.30. Le conté de mi amistad con Tucho Methol
Ferré, que fue profesor de la Universidad de Montevideo. Me escuchó con
verdadero interés.
Ha sido un día intenso. El cardenal Peter
Erdó, Relator General, leyó una extensa síntesis (valga la paradoja) de lo que
el Sínodo ha trabajado desde el año pasado hasta ahora. Será publicada la
exposición, recomiendo buscarla y leerla. En ella, a mi modo de ver, revela
luces y sombras del Instrumentum laboris, el documento de trabajo que
discutiremos en las próximas jornadas.
Subrayo “a mi modo de ver” porque
hay otros puntos de vista: en la sesión de la tarde un cardenal alemán criticó la
Relación, mientras otros tres la defendieron abiertamente. Lo que quiero decir es que las
diferentes opiniones expresan la libertad con la que cada Padre sinodal piensa
y expresa su pensamiento.
Se ha pedido revisar la metodología
del trabajo de los Círculos menores: que seamos sus integrantes quienes hagamos
la síntesis de las conclusiones, que después pasarán a los redactores de la
Relación final. El Secretario General del Sínodo había dicho que este trabajo
lo harían los “expertos”: veremos qué pasa con la propuesta.
domingo, 4 de octubre de 2015
EMPIEZA EL SÍNODO
El Papa inauguró el Sínodo de los Obispos. Hemos concelebrado la Santa
Misa con él Basílica de San Pedro repleta, bastante calor) los obispos que durante tres semanas de
trabajo (de 9 a 12.30 y de 4 a 7, sábados incluidos) estudiaremos cuál es la
vocación y la misión de la familia en nuestro tiempo.
El Papa no se amilana. Triste intento el de ayer, cuando un sacerdote
polaco de cierto relieve “salió del armario” y presentó a su compañero de vida,
declarando que la Iglesia tiene que cambiar…
Francisco ha sido muy claro en su homilía: “sólo a la luz de la locura de la gratuidad
del amor de Jesús será comprensible la locura de la gratuidad de un amor
conyugal único y hasta la muerte”.
La enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio (uno con una y para
siempre) debemos hacerla “en la fidelidad, en la verdad y en la caridad”. En la
fidelidad a Jesucristo, “para defender el
amor fiel y animar a las numerosas familias que viven su matrimonio como un espacio
en el cual se manifiesta el amor divino; para defender la sacralidad de la
vida, de toda vida; para defender la unidad y la indisolubilidad del vinculo
conyugal como signo de la gracia de Dios y de la capacidad del hombre de amar
en serio”.
La Iglesia debe vivir también su misión “en
la verdad, que no cambia según las modas pasajeras o las opiniones dominantes”.
Y en la caridad: «El error y el mal
deben ser condenados y combatidos constantemente; pero el hombre que cae o se
equivoca debe ser comprendido y amado […] Nosotros debemos amar nuestro tiempo
y ayudar al hombre de nuestro tiempo”, dijo citando a san Juan Pablo II.
Mañana empiezan las sesiones del Sínodo.
jueves, 1 de octubre de 2015
DE PELÍCULA... Y BASTANTE MÁS.
Lunes 28 de septiembre. Una de la tarde en el aeropuerto JF Kennedy de Nueva York. Estoy aquí desde que me dejaron, hace un rato, dos señoras (Deborah, 2 hijos, y Tone (¿). Deborah manejó muy bien, poco más de dos horas, por la autopista de 9 carriles que une Filadelfia con New York. Este ha sido el último favor recibido del cielo, desde que arrancó el viaje Montevideo-Filadelfia-Roma. Y desde antes, como se verá.
Hace cuatro días,
mientras hacía cola en el Pennsylvania Convention Center para recoger un ticket,
empecé a conversar con un fraile franciscano joven, un poco llamativo por su
aspecto: barba rubia algo descuidada, hábito gris de tela gruesa, sandalias con
pies al aire, cinturón marrón en la cintura, y un aspecto de intelectual tipo
Harvard que contrastaba con su vestimenta.
Se llama Andrew, Father
Andrew, es de Boston y pertenece a la Orden franciscana de la primitiva observancia.
Mientras adelantaba la fila hablamos de todo un poco. Le pregunté cuál seria el
mejor modo para ir de Filadelfia a Nueva York el lunes de mañana. Manejó
algunas posibilidades…
Al día siguiente
volvimos a encontrarnos, unos minutos antes de empezar la Misa del WFM 2015. –
Your problem is OK, Bishop (modo normal de dirigirse a un obispo; me cae mucho
mejor que el Eccellenza italiano). I mean, there is no problem! Esa misma tarde,
Mrs. Deborah, amiga de Fr. Andrew, me mandó un mensaje al celular: I will pick
you up at 7.30 am at St Augustine ’s
on Monday morning. God bless you! Deborah
y su amiga estaban encantadas de dejarme en el aeropuerto, antes de seguir
viaje de regreso a New Jersey.
Llegaron puntualmente a la parroquia de San Agustín.
¿Qué cómo fui a parar ahí? Este fue el primero de los favores recibidos antes
de salir de Montevideo. Cuando Víctor Hugo y Gabriela, secretarios ejecutivos
–muy ejecutivos, lo aseguro- de nuestra Comisión de pastoral familiar, en la
Conferencia Episcopal Uruguaya, empezaron a moverse para organizar el viaje al
WFM, traté por mi cuenta de conseguir un alojamiento cercano al Pennsylvania Convention
Center y gratis, naturalmente.
Escribí 10 e-mails a distintas parroquias planteando
mi deseo y recibí dos respuestas: la primera, muy profesional, me remitió al
sitio web del WFM. La segunda y última fue de Father Bill, agustino. –Bishop,
si no le importa compartir el baño con otro sacerdote, tenemos para usted una
habitación con una mesa y una cama. ¡Bien, Fr. Bill! (No sé si lo habrá dicho
para “probarme”, la verdad, porque me sorprendió con un muy buen cuarto, sin
mesa pero con baño y un sillón).
La parroquia San Agustín está en la
parte histórica de Filadelfia, un barrio que es un ejemplo de amor a las raíces
de los Estados Unidos. Aquí se encuentra la Campana de la Libertad, la Casa de
la Independencia, la casa de Benjamín Franklin…: la historia cuidada con
distinción y limpieza.
Todas las mañanas, saliendo de la
parroquia a tempranas horas, iba caminando (el tiempo de un Rosario, a paso
tranquilo) y rezando por tantas personas de todos los colores que me saludaban
con una sonrisa: - Gudmónin, Fad! Jalóu, Fad! (Les alegra ver al sacerdote; y
lo necesitan. Apenas pisé el aeropuerto, hace un rato, me detuvo una señora: -
Father, please, pray for my father, is ill, very ill! Thank you very much! Lo
hice enseguida, lo hago ahora también).
En la parroquia San Agustín, decía,
el jueves pasado, a la una de la tarde, los argentinos que participaban en el
WMF organizaron una Misa a la que fuimos invitados los uruguayos. No todos
pudieron asistir, pero sí una buena representación: para pedirle a Dios por
nuestras familias, por el apostolado con ellas, por los que se preparan para el
matrimonio y también por los que no se preparan.
Asistió Ana, antigua alumna, que
conoció a Javier, su esposo, mientras estudiaban los dos en la UM. Vinieron a
Filadelfia desde Massachusets, con sus dos hijas. Durante el “American food”
que prepararon los parroquianos de San Agustín (se pasaron) nos pusimos al día.
El sábado de tarde, el Independence Mall fue el lugar
en el que el Papa Francisco volvió a hablar de algo que lleva muy en su corazón
y que, durante el WMF, ha estado latiendo en su misma frecuencia: la situación
de los inmigrantes, en todo el mundo y especialmente en los Estados Unidos.
El discurso del Papa fue bien claro, incisivo y
alentador: pidió a los inmigrantes que cuiden la propia historia, que no dejen
sus propias tradiciones, que permanezcan fieles a sus raíces… Durante el WMF, a
su vez, el arzobispo de Los Ángeles, José H. Gómez, mexicano, que tiene una
probada preocupación por los inmigrantes, reclamó la imprescindible reforma de
las leyes de inmigración: lo aplaudieron con ganas.
Mientras escuchaba al Papa me preguntaba qué más
podríamos hacer en Uruguay por los centenares de familias desplazadas a causa
de la guerra y del desempleo: son mujeres, hombres y niños con dolorosas historias
detrás, que reclaman ampliar nuestro corazón, no quedarnos “en la chiquita” y
ofrecerles posibilidades reales de vivir mejor. ¿Cómo hacerlo? No lo sé. Pero hay
personas capaces, entre nosotros, que pueden pensar en esto y concretarlo.
Quizás estemos perdiendo demasiado tiempo peleándonos por cuestiones de entre
casa muy solucionables, y no caemos en la cuenta de que hay millones de rostros
que estarían contentos con sólo una sonrisa.
Tanto cuando
llegó el Papa, como al retirarse después de su discurso, pude participar en un
auténtico “thriller”, con todos sus ingredientes. La visita de Francisco ha
supuesto un despliegue de seguridad nunca visto: policías de todos los cuerpos,
SWAP, FBI, soldados, perros entrenados, tiradores de precisión… Llegué a pensar
en qué película había visto a aquel morocho y a aquel otro, tipo John Wayne, y
a aquel con pinta de Harry el Sucio… Influencia de la cultura del cine que
vemos… ¡Increíble!
Volví caminando a la parroquia, pensando, rezando y
agradeciéndoles a los soldados que hacían guardia –no exagero- en cada esquina:
You are welcome, Father. Thank you, Bishop!...
En un momento aparece una feliz familia numerosa: papá,
mamá y siete hijos. El papá se agacha a buscar algo, pienso que su máquina de
fotos; pero saca del coche de su hijo una carpeta de plástico rojo. Me explica
que han venido de Canadá y que los miembros de su comunidad parroquial le escribieron
al Papa. Él tiene el encargo de entregarlas al primero que pudiera hacerlas
llegar a Francisco. –Well, I think I am the right person… -Ouuuu!..., guauu!... Las llevo a Roma en el bolso.
(Cuando llegue subiré estas líneas al blog. En el JFK
Airport hay de todo, excepto Wi-Fi
gratis).
Jueves 1° de octubre. Por problemas técnicos, hasta hoy no pude subir esto: la PC se contagió, creo, de mi poco sueño. Mi disculpas.
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