DECLARACIÓN DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL URUGUAYA
SOBRE LOS TEXTOS DE IDEOLOGÍA DE GÉNERO DEL
MINISTERIO DE DESARROLLO SOCIAL
1. Desde
hace algunos años se ha incrementado a escala mundial la justa condena de
cualquier clase de discriminación.
2. La viva conciencia del derecho al respeto
debido a cada persona y a no ser discriminado por la raza, el sexo o la
religión es aún más sensible en el caso de personas de diversa orientación
sexual.
3. Este justo empeño se ve desfigurado, sin
embargo, por quienes quieren imponer la “ideología de género” y no toleran
otras concepciones de la sexualidad, del matrimonio y de la familia, en
particular la visión judeo-cristiana de la que somos dichosos herederos.
4. La expresión más reciente de esta actitud se
encuentra en dos documentos: la guía “Educación y Diversidad Sexual” y
“Transforma 2014” .
5. Sería
excesivo comentar todas las afirmaciones y propuestas contenidas en estos
materiales. La finalidad declarada de deconstruir
estereotipos impone una concepción del cuerpo humano, de la persona, del
matrimonio y la familia y de la moral en total oposición a lo que sostienen
tanto el cristianismo como otras religiones y filosofías, en conformidad con la
ciencia.
6. Este
propósito pasa por alto el derecho humano fundamental de los padres a elegir
libremente la educación de sus hijos (artículo 41 de nuestra Constitución) y, por
eso, está limitada la ingerencia estatal: queda garantida la libertad de enseñanza. La ley reglamentará la intervención
del Estado al solo objeto de mantener la higiene, la moralidad, la seguridad y
el orden públicos (art. 68).
7. Según esto, al Estado laico no le compete promover ninguna
concepción filosófica de la persona y de la sexualidad y, aún menos, una
ideología que, justificándose en la no discriminación, pretende “encerrar en el
armario” la educación según las ideas cristianas.
8. En estas circunstancias, vemos necesario recordar que todos los
cultos religiosos son libres en el Uruguay (art. 5). En consecuencia, en las instituciones de la Iglesia Católica
se seguirá enseñando libremente el precioso patrimonio de su doctrina.
De ella forma parte esencial el respeto a todas
las personas, sin ninguna clase de discriminación.
9. Queremos manifestar, además de los motivos
enunciados, que levantamos nuestra voz también en nombre de las familias
católicas que envían a sus hijos a las escuelas de gestión estatal. Los padres,
a su vez, tienen el derecho y el deber de oponerse a lo que consideran un abuso
en la educación de sus hijos. De difundirse los textos referidos, en lugar de
ser formados en la no discriminación de las personas, los hijos sufrirán la
violencia de una educación sexual ideologizada y desnaturalizada.
10. La Iglesia quiere
reafirmar su deseo de trabajar en favor de todos los ciudadanos de nuestra
patria, sin distinción alguna, ofreciendo dialogar con respeto sobre las
diversas ideas y proponiendo su propio modo de encarar la existencia.
Los Obispos
del Uruguay
Florida, 10
de noviembre de 2014.
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