Pasado mañana vuelvo a Minas. Las últimas semanas he estado en La Cantera, viendo llover... No es un plan ideal, pero la lluvia me hizo más fácil terminar el armado de un libro que, de haber tenido sol, es probable que aún estaría en veremos...
Lo más importante de estas semanas no ha sido esto, sino la noticia de que el próximo 27 de setiembre, en Madrid, será beatificado Don Álvaro del Portillo, primer sucesor de San Josemaría Escrivá al frente del Opus Dei. Ha sido una noticia que me llenó de especial alegría.
Fue así porque, más allá de haber conocido a Don Álvaro (es el segundo santo a quien he tratado personalmente, ¡qué responsabilidad!) y de haber percibido que no fue un santo, sino un santazo, caí en la cuenta con nueva intensidad de que, siendo obispos los dos, él se sentirá obligado (¡tan bueno era!) a ayudarme a cumplir lo mejor posible mis deberes: este ha sido el fruto más importante de estas lluviosas vacaciones.
Ayer de tarde, como fin de fiesta, me llega este video formidable sobre Don Álvaro. Recomiendo verlo con calma: en 29 minutos pueden hacerse una idea de quién fue este hombre santo que, habiendo trabajado como un burro toda su vida sin recibir honores, a su muerte recibió la visita y la oración de un Papa santo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario