El Papa Francisco nos sorprende casi cada día. Esta mañana, la prensa argentina (estoy cerca de La Plata, participando en un encuentro de formación) destaca en titulares algunas de las cosas que dijo a la revista La Civiltá Cattolica. Como se sabe, un texto fuera de contexto se convierte en un pretexto... Por eso, nada como ir a la fuente: en este sitio encuentran traducida al español la entrevista completa, que hay que leer despacio y meditarla aún más despacio.
La segunda sorpresa del Papa me afecta en directo. Ayer recibió en audiencia a los nuevos obispos, que fueron nombrados en el último año, y les habló de diversos temas con un denominador común: tienen que ser verdaderos pastores, que conocen a las ovejas de su rebaño y las sirven... En fin, les dijo muchas cosas sustanciosas, entre ellas, pidiéndoles que se muevan de sus diócesis lo menos posible, usó esta expresión; no sean "obispos de aeropuerto"...
Me mató, pensé al leerlo: porque mañana salgo de viaje. El destino final es Varsovia, donde abundan los sacerdotes, pero antes pasaré por Roma. Ojalá pueda ver al Papa: para recibir su sonrisa y su palabra de aliento, y para animarlo a que conozca el nuevo aeropuerto de Montevideo.
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