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miércoles, 31 de julio de 2013

FRANCISCO, ¡SOS UN GRANDE! (JMJ -1)


                              
 Sábado 27, en la entrada de la Catedral de Río, antes de la Misa con obispos y sacerdotes 

Martes 30 de julio de 2013. Son las 11 de la mañana y vuelo desde Río a Montevideo. Estoy rodeado de jóvenes uruguayos que duermen como benditos, literalmente, porque la gracia de estos días les ha empapado el alma y están felices.
En el aeropuerto, una y otra vez han repetido los mismos calificativos redundantes: ¡re-impresionante, re-lindo, re-maravilloso!...
Tienen razón: si los adjetivos siempre resultan pobres para describir experiencias de fe, solamente ese “re”, repetido mil veces, puede dar a entender, aun en su pobreza, lo que ha sido esta Jornada Mundial de la Juventud.

Cuando el Papa Francisco habla de sus antecesores –especialmente de Benedicto-, usa la expresión italo-porteña es un grande. Pienso que, hablando de él, este es el modismo que lo define.
Francisco es un grande por todo lo que dijo en Río y por el modo en que  lo dijo. Es un grande porque sabe hablar a los jóvenes en el idioma que ellos entienden: les dice la verdad y la proclama con entusiasmo. Es un grande también, porque nadie lo puede encerrar en lo “políticamente correcto”: como Jesús,  Francisco no hace ninguna distinción de personas, ni en su hablar ni en sus destinatarios. Francisco es humilde, no se deja servir y  sirve a todos: por eso es líder, por eso es un grande al que el mundo escucha porque presiente y siente que no miente. El Papa es un grande porque en estos días, como me dijo ayer un carioca, ha hecho un gran milagro: ¡un argentino conquistó a todos los brasileños! No solo a ellos, al mundo entero.

Llegué a Río el jueves, casi de noche. El primer encuentro con el Papa fue al día siguiente, en un Via Crucis extraordinario que tuvo lugar a lo largo de Copacabana. Cada una de las catorce Estaciones fue una obra perfecta de escenografía y piedad,  que ayudaba mucho a rezar siguiendo los pasos de la Pasión y muerte de Jesús. Francisco estaba en la sede y los obispos lo acompañamos desde el privilegiado lugar que nos estaba reservado a menos de cien metros de él.

Al terminar la Via Sacra, el Papa habló a los jóvenes (3 millones 200.000 los dos últimos días, cifras oficiales; un poco menos los días anteriores), a cada uno de ellos. Les habló así: Yo te pregunto hoy a vos: vos, ¿como quién querés ser? ¿Querés ser como Pilato, que no tiene la valentía de ir a contracorriente, para salvar la vida de Jesús, y se lava las manos? Decime: ¿vos sos de los que se lavan las manos, se hacen los distraídos y miran para otro lado, o sos como el Cireneo, que ayuda a Jesús a llevar aquel madero pesado, como María y las otras mujeres, que no tienen miedo de acompañar a Jesús hasta el final, con amor, con ternura?. Y vos ¿como cuál de ellos querés ser? ¿Como Pilato, como el Cireneo, como María? Jesús te está mirando ahora y te dice: ¿Me querés ayudar a llevar la Cruz? Hermano y hermana, con toda tu fuerza de joven ¿qué le contestás?

Escucho la voz de la azafata: estamos llegando a Montevideo y hay que apagar los aparatos electrónicos. Mañana será otro día. Mañana, miércoles, comparto fotos.

                                                      Where are you coming from?... From Beijing! 


                                                                            Otros orientales.



                                                              Cidade maravilhosa!...
                                                                              Sorrisos no Metro.

2 comentarios:

supersingrid dijo...

El Papa es UN GRANDE!!!!

Teresa dijo...

Qué fotos lindas y divertidas !
Una cosa muy valiosa de esta JMJ para el mundo fue que mostró el colorido y la alegría de la juventud cristiana, y la juventud de espíritu y la "buena originalidad" del Papa Francisco. Rompe los estereotipos...