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martes, 28 de mayo de 2013

sábado, 25 de mayo de 2013

CUESTIÓN DE DICCIONARIO


Es difícil obedecer. ¡Las veces que en las clases de Idioma Español, en el liceo, me repitieron: “use el diccionario”! Más tarde, en la universidad, el eco de esa advertencia llegaba aún con mayor fuerza: “¡el diccionario es una herramienta de trabajo!”… Pero cuesta hacer caso.
Hace unos días, mientras pensaba cómo explicar mejor –pinche aquí y verá que ya lo expliqué- por qué voy a votar el 23 de junio, recordé el antiguo consejo, consulté el diccionario... y encontré lo que buscaba.


 Copio dos definiciones. Plebiscito: Consulta que los poderes públicos someten al voto popular directo para que apruebe o rechace una determinada propuesta sobre soberanía, ciudadanía, poderes excepcionales, etc. Referéndum: Procedimiento jurídico por el que se someten al voto popular leyes o actos administrativos cuya ratificación por el pueblo se propone.

De la lectura de ambos textos se desprende:
1) que las materias que pueden ser objeto de un plebiscito son las ahí referidas; los derechos humanos, en cambio, nunca se pueden someter a plebiscito porque son derechos del ciudadano, anteriores al Estado;
2) el referéndum, a su vez, es un procedimiento previsto en la Constitución para que el pueblo refrende, o no, una ley que está en vigor.
Si esto queda claro, pienso que se entiende bien qué es lo que pretende la votación del próximo 23 de junio: afirmar mediante el voto directo si queremos que se refrende la ley que promueve el aborto. Si el 25% de los ciudadanos con derecho a voto se expresa por la afirmativa, entonces se convocará el referéndum por el cual podremos derogar directamente esa ley que, en lugar de dar soluciones a las mujeres, las empuja al crimen del aborto.

El diccionario, una vez más...



martes, 21 de mayo de 2013

BUEN VIAJE, PRESIDENTE


         Se lo deseo sinceramente: no es papa el plan del viaje que empieza hoy. Dios quiera que las buenas ideas que lleva consigo se concreten, para bien de todos.
         En estas líneas de despedida sólo quisiera pedirle que, cuando visite al Papa Francisco, no deje de hablarle de un tema que me preocupa mucho. Le cuento.
         Hace dos años y medio, cuando empecé mi gestión como Obispo de Minas, una de las primeras visitas que recibí fue la de dos Hermanas de una comunidad religiosa, que el Papa seguro conoce muy bien: las Pobres Bonaerenses de San José.
         Habían venido a saludarme, nada más, porque estaban cerrando el colegio que tenían en Solís de Mataojo, que se encuentra en mi jurisdicción. Las encontré tristes, la verdad sea dicha. Y, al contarme la historia, comprendí bien la pena que sentían.
         Llevaban en el pueblo más de cuarenta años, ¿se da cuenta? Habían sacado a pulso un colegio, por el que pasaron generaciones de mujeres y de hombres, de Solís y de toda la zona. Les pregunté por qué se iban…
-       Monseñor, no podemos más. Tomar esta decisión nos ha costado muchísimo. ¡Tenemos un cariño enorme al pueblo! Y la gente nos quiere de verdad…
-         ¿Entonces?
-   Lo que pasa es que no damos más. Nos pasamos la vida organizando kermesses, festivales, domas, ventas económicas…, en fin, todo lo que se imagine, para poder subsistir. Nosotras no cobramos sueldo, pero las maestras, los profesores, la gente de la limpieza, todo el mundo cobra, como debe ser, y nosotras no damos abasto. Nos vamos haciendo mayores, ¿entiende? Nos cuesta demasiado seguir sacando el colegio a pulmón…
Las Pobres Bonaerenses de San José se fueron de Solís y sus pobladores no tienen ahora, ni pagando, la libertad de elegir la enseñanza para sus hijos.
Usted sabe, Presidente, que el caso al que me refiero se repite, triste e injustamente, en todo el país, porque el Estado no le da un mango a la enseñanza privada.
Usted empieza su viaje cuando Casavalle se ha convertido en el Chiapas del Uruguay. ¿Sabe, Presidente? Creo que no está hecho un estudio sobre el perfil religioso de esos muchachos que matan y se matan por unos gramos de droga,  pero estoy seguro de que en su inmensa mayoría jamás oyeron hablar de Dios, ni de Jesús, ni de los mandamientos… Ahí, en Casavalle, hay un buen número de instituciones católicas cuyos directores se rompen el lomo para subsistir y, a pesar de no recibir ni un peso y de pagar religiosamente el impuesto a Primaria, siguen trabajando para hacer, de esos chicos, hombres y mujeres como Dios manda. ¿No le parece que, de una buena vez,  ya es hora de solucionar este asunto y que reciban del Estado lo que es justo?
Sólo quería decirle estas cosas al empezar su viaje,  porque es un tema que el Papa Francisco, como usted, tiene muy en su corazón y seguro que hablando con él le encontrará la vuelta. Que la Virgen del Verdún lo acompañe.  

viernes, 17 de mayo de 2013

VETO AL ABORTO

El martes pasado, en el Hotel Radisson, el ex-presidente de la República, Dr. Tabaré Vázquez,  presentó el libro Veto al aborto. Se trata de un volumen editado por la Universidad de Montevideo, que recoge quince estudios sobre los argumentos que él expuso en 2008 para vetar el aborto, tal como pretendía la ley de la salud sexual y reproductiva que había aprobado el parlamento uruguayo.



En el contexto de la votación del próximo 23 de junio, los conceptos que expuso el doctor Vázquez en el acto, merecen ser conocidos y reflexionados. Los encuentran pinchando aquí.

domingo, 12 de mayo de 2013

ONE OF US, UNO DE NOSOTROS....

Esta mañana, en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco canonizó a los mártires de Otranto, a la Hermana Laura, primera santa colombiana, y a la Hermana Lupita, mexicana. Después, rezó el Regina coeli con los miles de personas que abarrotaban la plaza y, a continuación, se refirió a un tema que nos es muy cercano (sugiero ver los enlaces y sacar ideas). 




Saludo a los participantes en la Marcha por la vida, que ha tenido lugar esta mañana en Roma, e invito a todos a mantener viva la atención sobre el tema, tan importante, del respeto de la vida humana desde el momento de su concepción. En este sentido, quiero recordar también la recogida de firmas que hoy se realiza en muchas parroquias italianas, con el fin de apoyar la iniciativa europea Uno de nosotros, para garantizar la protección jurídica del embrión, cuidando a cada ser humano desde el primer instante de su existencia.

jueves, 9 de mayo de 2013

DECILE SÍ A LA VIDA


       En varios mails que he recibido en estos días, leo: la vida humana no se puede plebiscitar. Este es el argumento clave, para quienes no piensan votar el 23 de junio.
       Respondo: si ANTES de legislar sobre el aborto, se hubiera convocado un referéndum para que el pueblo decidiera si legalizarlo o no, yo habría sido el primero en gritar abiertamente: LA VIDA HUMANA NO SE PUEDE PLEBISCITAR, LA DEFENSA DE LA VIDA ES UN VALOR NO NEGOCIABLE. Y habría pedido a todo el mundo que no votaran semejante atrocidad.

       Pero DESPUÉS que el parlamento legalizó el aborto –promoviéndolo, además, puesto que obliga a hacerlo en todas las instituciones de salud- pido abiertamente: el 23 de junio VOTEN PARA QUE HAYA REFERÉNDUM. Porque no se trata de votar a partidos o lemas ni de plebiscitar la vida, sino de derogar la ley que promueve la muerte de los más indefensos.
        Por lo demás,  ¿no se ha caído en la cuenta de que la ley, contrariamente a lo que se dice sobre el respeto a la libertad de las mujeres que dudan si abortar o no, las induce a hacerlo? ¿Cómo se explica, si no, que en la reglamentación de la ley se oculte una información vital, como es poder escuchar los latidos del bebé o verlo en la pantalla del ecógrafo antes de decidir?
          Decile SÍ a la vida.

martes, 7 de mayo de 2013

CARTA A LOS QUE LUCHAN POR LA VIDA


Muy estimados integrantes de las instituciones y movimientos Pro-Vida:
                                                                                                              me dirijo a ustedes para agradecerles, en primer lugar, el trabajo que vienen desarrollando en nuestro país a favor de la vida, sobre todo de la que aún se encuentra en el vientre de la madre, en la “dulce espera” hasta ver la luz del mundo.
¡Gracias de corazón! Me consta que no pocos de ustedes le sacan horas al  sueño, para dedicarlas a formarse y a dar a conocer la maravilla de la vida humana y el respeto con el que debe ser tratada y protegida por todos.
Sé que ante la dolorosa realidad de la ley que promueve el aborto en el Uruguay, no han bajado los brazos y, más aún, que han redoblado los esfuerzos para derogarla. Los felicito también por este empeño que, antes de alcanzar su objetivo, ha obtenido otro muy importante: mantener despierta la conciencia de nuestra gente, de que el aborto es un crimen nefasto. Juntamente con esto, no pocos de ustedes están comprometidos en ayudar a las mujeres embarazadas en dificultades, de manera que puedan traer al mundo el hijo que esperan. Que Dios los bendiga en abundancia por tantos trabajos.

Para conseguir la derogación de la ley del aborto, ustedes han optado por seguir un camino largo y perseverante: implicar a los que actúan en la gestión de las leyes, a fin de que se comprometan en la defensa de la vida.  Quisiera animarlos a continuar en ese esfuerzo, a seguir adelante, con la seguridad de que, más tarde o más temprano, dará su fruto.
Los obispos del Uruguay, como saben, acabamos de exhortar a todos los uruguayos, sin distinción de credos ni de afiliaciones políticas, a votar el próximo 23 de junio, con el fin de que se habilite la convocatoria del referéndum sobre la ley que hoy permite el crimen del aborto.
Con esta exhortación no estamos plebiscitando el derecho a la vida, puesto que, desde el momento en que ella es un don de Dios, nadie tiene derecho a hacerla objeto de una votación. Lo que hemos hecho es aprovechar una disposición constitucional, que permite derogar una ley injusta y perniciosa.
Sé que integrantes de los movimientos Pro Vida han manifestado su desacuerdo con nuestra opción a favor del referéndum, porque entienden que anula el camino que emprendieron y porque piensan que, de llegar a poder convocarse, se perdería esa votación.
La discusión sobre las distintas alternativas para conseguir la derogación de la ley ha ocupado ya mucho tiempo… Solamente quisiera recordarles, que para la resolución de los asuntos temporales puede haber muchas y diferentes propuestas, respetables todas: de aquí que no tendría sentido convertir en un asunto prácticamente dogmático una opción coyuntural.
Por lo demás –me dirijo ahora a quienes pertenecen a la Iglesia Católica- si quienes tenemos en ella el encargo de guiar a los fieles, nos decidimos por una determinada opción, ¿es mucho pedirles un voto… de confianza? Los datos estadísticos pueden decir que un referéndum sobre el aborto se pierde, pero incluso si así fuera, ¿no habría valido la pena el esfuerzo por esta causa, la más humana y sagrada, que está más allá de lo religioso y de lo político?
A quienes no estén de acuerdo con nuestra exhortación a votar el 23 de junio, quisiera pedirles que, si consideran un asunto de conciencia no hacerlo, no lo hagan. Pero, asimismo, les ruego que no alienten a otros a no hacerlo: si vamos todos en una única barca, no es lógico navegar con ella en una determinada dirección… haciéndole agujeros en el casco.
Gracias nuevamente, por todo el trabajo que llevan a cabo: ¡anímense, que tal como se ven las cosas, en el futuro habrá que trabajar todavía más a favor de la vida!
Con todo afecto y con la seguridad de mi oración, me despido de ustedes,

                                                 + Mons. Jaime Fuentes
       Presidente de la Comisión episcopal Familia y Vida

miércoles, 1 de mayo de 2013

DÍA DE LA MADRE COLOR ESPERANZA


 El mes de mayo, en el hemisferio Norte, es el mes de la Virgen. En nuestros pagos, a la Madre de Dios y Madre nuestra la celebramos durante un mes, desde el 8 de noviembre hasta el 8 de diciembre. En Minas, disfrutando el privilegio de tener a la Virgen del Verdún, de hecho todo el año está dedicado a Ella: basta con ir hasta el Santuario cualquier día en cualquiera de laS estaciones…
        El segundo domingo de Mayo celebramos en América el Día de la Madre. En este año 2013, a nosotros, uruguayos, su celebración debería llegarnos al centro del corazón y, en consecuencia,  de nuestro actuar.

       El motivo es éste: se alcanzó el número de firmas necesario para manifestar la voluntad de que haya un referéndum, con el fin de derogar la ley que promueve el aborto. En consecuencia, en pocos días más (escribo el 1° de Mayo) se va a anunciar la fecha en la que todas las personas que estén de acuerdo en convocar ese referéndum, podrán manifestarlo.
Como según la Constitución deberá hacerlo una cuarta parte de las personas habilitadas para votar, se requerirán unas 600.000 voluntades para que, en efecto, en el mes de octubre haya un referéndum obligatorio y se diga sí o no a la derogación de la ley del aborto.
En distintas ocasiones los Obispos hemos dicho, por una parte, que el aborto es el peor de los crímenes, ya que la vida humana, la más indefensa de todas, empieza en el momento de la concepción y no en la segunda, ni en la tercera, ni en la duodécima semana. Hemos dicho también, contemplando la situación de las mujeres que tienen un embarazo inesperado, que es necesario pensar en modos de ayudarlas a traer al mundo a ese hijo. En definitiva, hemos levantado nuestra voz no pocas veces en favor de la vida naciente, el mayor de los dones de Dios y, como se sabe, nuestra predicación ha sido ignorada por completo: hoy tenemos una ley que no sólo despenalizó el crimen del aborto, sino que además lo promueve obligando a que se haga en todos los centros de salud.
En este mes de Mayo tenemos la oportunidad de revertir esta tristísima situación, que tanto daño nos hace como país. Es verdad, tienen razón quienes piensan que la vida humana no puede ser objeto de un plebiscito, pero pienso que el planteo del problema es otro: no se trata de someterla a una votación, sino de aprovechar una disposición constitucional que permite derogar una ley absolutamente injusta y perniciosa.
 Frente al empeño de algunos por convertir el Día de la Madre en un día de luto nacional por los niños no nacidos, con poco esfuerzo podemos darle el color esperanza que le pertenece.
 En este mes de Mayo le pido a la Virgen, Madre de todos los hombres, que sean muchos los uruguayos que manifiesten su voluntad de decirle sí a la vida. Con el respeto que merece la opinión de quienes optarían por otros caminos legales, quisiera animar a todos a aprovechar esta oportunidad.