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miércoles, 10 de octubre de 2012

POLONIA Y SU ALMA (fin)


            La mañana del 13 de setiembre estaba gris. El plan del día era ir a Bialystok (192 km al nordeste de Varsovia), donde nos esperaba a almorzar el obispo, Mons. Ozorowski, y trasladarnos después a Elk (108 km) para visitar a monseñor Mazur, obispo diocesano. Regresaríamos a Varsovia (227 km) a “una hora razonable”, así me dijo el  P. Stefan. Regresamos a las 11.30 de la noche, en compañía de una llovizna impertinente que no consiguió empañar la emoción de haber visto un milagro.

Plaza de Byalystok
            Después de almorzar según lo previsto, el sacerdote secretario del obispo de Bialystok nos llevó a conocer el seminario, donde se preparan 62 futuros sacerdotes. El rector nos invitó a un café… Fue entonces cuando el secretario nos informó de lo que había sucedido en Sokolka, un pueblo a 42 km, en el año 2008:
            - No pueden regresar a Varsovia, y usted a Uruguay, sin pasar por allí.
            - ¿Qué hacemos con la cita en Elk? ¿A qué hora vamos a llegar? Son 116 km desde Sokolka…

            Fuimos.Conocí algo de la Polonia “profunda”: una belleza de bosques, salpicados de pueblitos bien cuidados. Cada dos por tres, imágenes del Señor de la Paciencia y de la Virgen, y cruces adornadas con los colores patrios.

            Llegamos a Sokolka y fuimos directamente a la capilla del Santísimo, en la iglesia del milagro. Del folleto que me entregaron, transcribo la traducción del documento del obispo en el que da fe de lo ocurrido:

            La comisión convocada por el Ordinario de la Archidiócesis de Białystok, Señor Arzobispo Edward Ozorkowski, ha trabajado con esmero y despacio. El día 14 de octubre del 2009 la Comisión ha publicado el siguiente Comunicado:
                                                                                Sokólka, parroquia del milagro

La Curia Metropolitana de Białystok informa que la Comisión convocada por el Señor Arzobispo Edward Ozorkowski el día 30 de marzo del 2009 para examinar los fenómenos eucarísticos en Sokółka, ha terminado su trabajo. Ha examinado los testigos de los acontecimientos y las afirmaciones de los patomorfólogos. Las cosas se presentan de la manera siguiente:

1. El día 12 de octubre del 2008, mientras daba la Comunión, al sacerdote se le cayó del copón una Hostia consagrada. La ha levantado y puesto en el vasculum cerca del sagrario. Después de la S. Misa, el contenido del vasculum ha sido trasladado a un recipiente dentro de la caja fuerte en la sacristía.

2. El día 19 de octubre del 2008, tras haber abierto la caja fuerte, se ha observado en la sumergida Hostia una mancha, que daba impresión de ser de sangre.
                    Capilla del Santísimo, expuesto encima del relicario que contiene el corporal del milagro. 

3. El día 29 de octubre del 2008 el recipiente con la Hostia ha sido trasladado al sagrario de la capilla en la casa del párroco. Al día siguiente se ha sacado la Hostia del agua y puesto encima del  corporal dentro del sagrario.

4. El día 7 de enero del 2009 de la Hostia ha sido tomada una prueba, que después ha sido examinada de manera independiente por dos profesores, patomorfólogos especialistas, de la Escuela de Medicina de Białystok. Estos han emitido el siguiente veredicto  unánime: “el material enviado para examinar (...), indica el tejido del músculo cardíaco humano, o por lo menos entre todos los tejidos vivos del organismo el que más se le parece.”

5. La Comisión ha confirmado que la Hostia de la cual ha sido tomada la prueba para el examen, es la misma que ha sido trasladada de la sacristía al sagrario en la capilla de la casa del párroco. No se ha observado intervención de personas ajenas.


Las actas de la causa han sido entregadas a la Nunciatura Apostólica en Varsovia.

Lo que ha ocurrido en Sokółka no es contrario a la fe de la Iglesia, más bien la confirma. La Iglesia confiesa que después de las palabras de la consagración, por la fuerza del Espíritu Santo, el pan se convierte en el Cuerpo de Cristo y el vino en su Sangre. Eso es también una llamada, para que los ministros de la Eucaristía distribuyan el Cuerpo del Señor con fe y atención, y para que los fieles Lo reciban con veneración.

Rev. Andrzej Kakareko, Canciller de la Curia

Llegamos a Elk dos horas más tarde de lo previsto. El obispo entendió perfectamente nuestro retraso.


1 comentario:

Inés Martins dijo...

¡Muchísimas gracias por transmitirnos esta exquisita manifestación del Todopoderoso! ¡¿Qué más le queda por hacer para que creamos?!

Y gracias también por semejante testimonio gráfico. A los navegantes: vale la pena agrandarlas, se ven mucho detalles preciosos.