En mi retiro sigo reflexionando sobre “lo que nos está
pasando”. Y es obvio que no se arregla en tres días.
Mientras no se tomen decisiones de fondo para proteger y
ayudar a la familia (un hombre y una mujer unidos para siempre y dispuestos a tener
hijos y a educarlos) y se intente igualar otras uniones humanas con el matrimonio de verdad,
haciendo así violencia a la base misma de la sociedad consagrada en nuestra
Constitución, todo seguirá igual, para ir a peor.
Pienso que mientras no se respete el derecho de los padres a
elegir la educación que quieren darle a sus hijos, y el 80% de nuestros niños y adolescentes vivan
condenados al analfabetismo religioso, padeceremos una violencia sin fin: si
Dios no existe, si el pecado no existe, si el más allá es un verso… ¡qué me vienen
con el respeto al otro!
Pienso también que sufrimos una esquizofrenia colectiva
galopante. El presidente se muestra sinceramente agobiado por la violencia y proclama
que la vida es el derecho fundamental de cada uno (y tiene razón)... mientras sus
compañeros legisladores se esfuerzan con alma y vida para legalizar el aborto,
el mayor de los crímenes contra la vida.
Pienso también que la pretensión de que el estado cultive y
venda la marihuana es el paso que falta dar, para pudrir a las futuras generaciones
de uruguayos: el divorcio es legal, el aborto es legal, la droga es legal: por
tanto, los niños crecerán en un ambiente de conductas socialmente “buenas”: ¿por
qué no seguirlas? Por ejemplo: papá y mamá se divorciaron; el novio de mi vieja
consume porros y me invita a fumar con él; mi hermana quedó embarazada, abortó y está
depre por completo; mi viejo se volvió a casar y tengo dos medios hermanos que son
unos chantas. ¿Qué qué hago? Trato de sobrevivir: estoy con Luis ¡que revienten
todos, él me quiere! Cuando seamos viejos, nos borramos solos los dos, antes de
que nos apliquen la ley de la eutanasia.
Esto es solamente algo de lo que nos está pasando. Hay más,
sigo mi retiro.
4 comentarios:
En un 100% de acuerdo con lo que ud. expresa: Hay un grado de locura ya presente en todo esto que aparece incontrolable. Solo con la fuerza de Dios puede sobrellevarse esta Cruz sin caer en las argucias o cuestiones acomodaticias de aquellos que quieren todo, pero no quieren límites, pero al final se dan cuenta que son necesarios, pero no entienden por qué. Por eso bien decía el Beato JPII: "El mundo se aleja de Dios y teme enloquecerse".
La luz del amanecer nos alegra. Leer sus palabras, Monseñor Jaime Fuentes, es como ver un amanecer que disipa las tinieblas de los discursos tenebrosos de tantos ciegos, guías de ciegos que conducen a la sociedad uruguaya a la fosa. Y lo peor de todo es que dicen que ven.
Horacio Bojorge
Es muy bueno tener un Obispo que habla para que se entienda. Que lee el Gráfico, me atrevería a decir aunque le copie.
Padre, con todo respeto, me alarman sus comentarios: "si Dios no existe, si el pecado no existe, si el más allá es un verso… ¡qué me vienen con el respeto al otro!"
Padre, usted no tiene amigos no creyentes entonces?
Y lo de "terminar de pudrir a las nuevas generaciones".... es una afirmacion un tanto nostalgica. Creo que en la sociedad hay mucho mas respeto a la libertad de la que habia antes. Como decia el antiguo rector Mariano Brito, imponer una verdad, implica una negacion de la libertad.
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