Hace unos días fui al centro histórico de la ciudad. Entré en la Catedral. Si hubiera dispuesto de dos horas, las habría gastado en ella. Las imágenes de las capillas de las naves laterales invitan a quedarse mirándolas cuanto tiempo necesites para que brote una profunda oración. Un ejemplo, esta Dolorosa:
Palacio Arzobispal
El casco antiguo de Lima es una caja de sorpresas, a cual mejor. Me habían dicho que el Convento de Santo Domingo tiene dos claustros preciosos, y es verdad. Pero allí encontré una imagen que me llegó al alma. Está dedicada a una advocación que no conocía: EL SEÑOR DE LA JUSTICIA. Ahora sólo adelanto una de las varias fotos que le saqué. Les contaré más en la próxima.
2 comentarios:
REALMENTE MUY HERMOSO, ESPERAMOS QUE A TU REGRESO NOS CUENTES MÁS.A MÍ PARTICULARMENTE ME INTERESA CONOCER LIMA Y EN PARTICULAR CUZCO Y MACCHU PICCHU. FRATERNOS SALUDOS, RUBÉN
Veo un Cristo con una sonrisa apenas perceptible que me mira.Me trasmite paz,la que tanto necesito en estos días en que siento no sé porqué la soledad que me agobia.Me hace decirle que solo El puede aliviarme,solo El me acompaña sin pedirme nada a cambio.Me dice que sus manos son las me acarician con amor.Me llama a que me convierta borrando los rencores y transformándolos en actos de amor hacia los que me hirieron.Me invita a que confíe en El porque solo El llenará mi soledad con Amor Anónimo
Publicar un comentario