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sábado, 23 de abril de 2011

¡FELICES PASCUAS!




                    MENSAJE CON MOTIVO DE LA PASCUA 2011


Nunca un lugar estuvo tan vacío como el sepulcro de Jesús en la mañana de Pascua. Se entiende bien el estupor de Pedro y Juan cuando, entrando en él, no encontraron el divino cuerpo destrozado del Señor. Vuelven a su casa desconcertados, sin saber qué pensar.


Una mujer fiel se queda junto a la tumba abierta llorando a lágrima viva, “como una Magdalena” decimos recordándola. Un ángel le pregunta el motivo de su llanto… Y será Jesús en persona, Jesús vivo, Jesús hombre triunfador sobre la muerte porque es Dios, quien querrá averiguar la causa de su tristeza: - “¿Por qué lloras, a quién buscas?”.


A la vuelta de más de veinte siglos, la pregunta llega a nosotros: ¿a quién buscas? En este Domingo de Pascua, el día más feliz de la historia, quisiéramos responderle de veras que nos proponemos buscarlo a Él, como Él quiere que lo busquemos: con todo el corazón, con toda el alma, con toda la mente, con todas las fuerzas.


¿Qué significa esto, son sólo palabras? No; basta con tratar de imitar a la Magdalena, que persevera en la búsqueda de Jesús, a quien creía muerto. Su fidelidad recibe una recompensa invalorable: escucha la voz del Señor pronunciando su nombre: - ¡María!


Nosotros, quienes creemos firmemente que Jesucristo vive para siempre, nos proponemos buscarlo -y encontrarlo- en la Eucaristía, en la oración diaria, en la meditación de sus palabras, perseverantemente, ardientemente: no dudemos de que esta fidelidad traerá consigo el privilegio de sentirnos también llamados por nuestro nombre: nadie es anónimo delante de Él.


Jesús recibió su nombre cuando fue concebido en el vientre de su Madre. Cada ser humano lo recibe también, en el Cielo, desde ese mismo instante. Sus padres lo llaman después según sus preferencias, pero su verdadero nombre, que un día conoceremos, se lo da Dios desde la eternidad. ¿Cómo va a ser abortado el proyecto divino que es cada hombre y cada mujer? ¿Cómo no cuidar con el mayor de los respetos la vida que empieza a desarrollarse en el seno materno? ¿Cómo no bendecir los pasos de una mujer que va a ser madre? ¿Cómo no ayudarla a dar a luz –a darle la luz de la vida a su hijo- con felicidad? ¿Seremos tan crueles?


Jesús Resucitado es la Vida. ¡Felices Pascuas! Que el Señor sea también, para todos y cada uno, “mi Señor”. Que María Santísima, a quien Jesús nos dio como Madre, nos ayude a perseverar en la búsqueda de su Hijo.






+ Mons. Jaime Fuentes







1 comentario:

Gizatar dijo...

¡ Feliz Pascua de Resurrección !