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viernes, 15 de mayo de 2009

QUO VADIS, HISPANIA?


El gobierno español acaba de permitir que la "píldora del día después" se venda sin receta también a menores, en todas las farmacias del país. A su vez, se prepara para aprobar una ley que permitirá el aborto libre hasta las 14 semanas de gestación, y hasta la semana 22 si existe riesgo para la vida o la salud de la embarazada o el feto sufre graves anomalías. El Anteproyecto también señala que "la interrupción voluntaria del embarazo se garantizará dentro de la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, para que sea una prestación pública y gratuita".

Una lectora me envía esta carta, publicada en el Diario de Sevilla. Mariló Montero, su autora, es periodista, esposa de un periodista y madre de una adolescente.


Me gustaría saber la identidad de los nueve expertos en los que la ministra Bibiana Aído se escuda para defender que una niña de dieciséis años puede abortar sin consultar con sus padres.
Me gustaría saber de qué son expertos y si son padres y madres.
Me gustaría saber en qué se fundamentan para decir que dejar tan dramática decisión en manos de una adolescente aterrada es lo mejor para ella.
Me gustaría saber si se han parado a pensar que esa criatura, tras mantener una relación sexual precipitada, va a empezar a sufrir lo que la literatura científica ya ha diagnosticado ante un aborto.
El síndrome de aborto reúne quince síntomas psicológicos que van desde la angustia al sentimiento de culpabilidad, la ansiedad, los terrores nocturnos, la depresión, los trastornos de alimentación o de la vida sexual.
Síntomas que pueden llegar a aparecer, dicen los psicólogos de la Asociación de Víctimas del Aborto, incluso años después de haber abortado.
Me gustaría saber con qué valor lanza la joven ministra Aído, con una sonrisa, como quien anuncia un anticonceptivo novedoso, que una niña de dieciséis años está tan capacitada para abortar como para casarse.
Una niña de dieciséis años no está capacitada para abortar ni para casarse, por mucho que se esté normalizando lo que son parches en la vida.
Una cosa es que lo haga y otra bien distinta la sacudida que la vida le da a una adolescente casada, quien sale adelante gracias a los apoyos de la familia.
Me gustaría saber quién le va a informar a una adolescente de dieciséis años de que si se queda preñada puede abortar sin decírselo a los padres y también en quién se va a apoyar ante semejante circunstancia.
¿En la mamá-administración, o en su mejor amiga, con la que intercambia los vaqueros e inventa en su habitación coreografías de Beyoncé?
Me gustaría saber si esos expertos conocen lo que es ser padres y las complicaciones a las que nos enfrentamos para conquistar la confianza de nuestros hijos en la difícil adolescencia.
Me gustaría saber el protocolo de actuación que se llevará a cabo cuando una niña de dieciséis años acuda al centro para abortar y cómo será tratada.
Me gustaría saber qué pretenden con esta propuesta de ley, que autoriza a que se rompa la confianza entre hijos y padres.
Y me gustaría saber qué se pretende de los padres el día que nuestra hija decidiera abortar en soledad. ¿La recibimos con un aplauso? ¿Le damos sopa caliente? ¿Le preguntamos si llegó a ponerle nombre? ¿O quién habría sido el padre? ¿Debemos obviar el tema, o celebrarlo con una barbacoa? ¿Trae esas instrucciones la nueva reforma de la ley del aborto?
Una cuestión más: ¿meterán en la cárcel a una madre que le discuta esa decisión a su hija adolescente?
O es la ley del "no se lo digas a mamá porque no la necesitas". Señorita Aído, me gustaría saber si mi hija ha abortado sola. Porque soy su madre.


4 comentarios:

Alicia dijo...

A mi me gustaria que esto lo leyera todo el mundo y no solo los que entramos al blog.La sociedad va por un rumbo tan equivocado que tenemos el deber de involucrarnos en difundir todo lo bueno.Me he permitido copiar y mandar por mail esta carta. Muchas gracias. Alicia

Salvador Pérez Alayón dijo...

Creo que lo que tenemos que saber es que este Gobierno, desde su Presidente y partido, hasta el último pinche son unos irresponsbles y no tienen el más mínimo sentido común.
Dejando a un lado tu creencia e idiología, cualquier persona puede intuir y saber que el bienestar de una nación pasa por cultivar los valores morales y éticos. Las personas cuando están más comprometidas con la moral y tienen referencias éticas serán más responsables. Y eso derivará en ser mejores trabajadore/as, mejores padres y madres, más respetuosos, más cumplidores, más justos, más pacíficos, más solidaríos, más obedientes, más fraternos, defensores del bien, la vida...etc.
Recorrer el sentido contrario será transformarnos en todo lo contrario, valga la redundancia: irresponsables, injustos, falsos, descomprometidos, trabajar lo menos posible, corrupción, indiferencia familiar, incultura, hedonismo, materialismo, muerte, destrucción...etc.
Y este Gobierno no sabe lo que hace, que es todavía peor, porque es antinatural desear su propia muerte y destrucción, pues ese es el camino que han tomado.
¿Cómo evitarlo? De momento, seguir luchando y sobre todo cambiando el voto. Dejo una reflexión que hice hace tiempo sobre este tema por si les parece compartirla:
yosoycreyentecatolico.blogspot.com/2009/03/los-pueblos-que-matan-desaparecen.html

Anónimo dijo...

Padre, le recomiendo este video, esta clarisimo, abrazo,

Manina

http://www.youtube.com/watch?v=kdD5MQgyTCE&feature=channel_page

Anónimo dijo...

me parece increible que en españa siga existiendo un gobierno intevnionitas inspirado en los soviets que continuan tratando a la sociedad civil como si les pertenecieran, hace mucho que cayó el telón de acero pero el socialismo se encarga de recoger toda la cloaca que supuso la dictadura comunista durante tantos años en tantos países.ESta es otra animalada sin fundamento y contrario a la libertad y a la vida.