
Hoy es la fiesta de la Virgen de Lourdes y a mí me viene al recuerdo, con gratitud deudora, la visita que le hice, en la Gruta, en setiembre pasado. A su vez y aunque parezca raro, tengo presente una canción conocidísima de los Beatles: "Yesterday". ¡Qué cosas! Paso a explicarme.
Dicen que esa canción, de la que se han hecho más de 3.o00 versiones diferentes, es la más escuchada de la historia. Pienso que es un error. La canción más interpretada de toda la historia es, sin ninguna duda, el Avemaría.
Por supuesto que podemos hablar de la versión de Liszt, la de Brahms, la de Victoria, la de Schubert (mi hermana Marga la canta divinamente, escúchenla), la de Arcadelt..., pero estoy convencido de que, para la persona a quien va dirigida el Avemaría, la mejor de las versiones es la que cada uno de sus hijos, a lo largo de ¡20 siglos largos! le ha dedicado y le dedica con amor cuando reza una y otra vez: gratia plena, llena de gracia, piena di grazia... ¡Ave Maria!
De entre todas esas incontables versiones, más le llegan, pienso, las que nacen en Lourdes: es que ahí, en la Gruta, son sus hijos enfermos quienes la invocan en todos los idiomas. Y, Ella, desde hace 150 años, ahí les dedica su atención más maternal, si se puede hablar así: les escucha, les consuela, les cura...
Hoy me parece que es un día excelente para empezar o volver a empezar a armar la corona de rosas que es el Rosario, con la seguridad de que la Virgen nos escuchará: "¡ruega por nosotros, pecadores!"...
En cada Avemaría, subrayando una palabra o deteniéndose en la contemplación del misterio que corresponda, o pensando en las personas por las que queremos que interceda, es como cada uno compone su propia versión.
Por lo demás, parece superfluo decir que necesitamos su ayuda con urgencia porque estamos bastante enfermitos. ¿O no?
5 comentarios:
Vuelvo a visitarle con su permiso para unirme a la celebración de la llamada de nuestra Señora en ese momento y aquí cerca (Lourdes, Francia).
Su llamada fue escueta y firme: nos tenemos que ayudar y trabajar hombro con hombro si queremos aproximarnos algo al Reino (que cada día veo más lejano aunque no sea yo nadie para opinar).
Es una idiotez repetir una y otra vez el hecho de que escogió lo simple.
No se andó por las ramas y pilló a unos pastorillos que tenían el espíritu más limpio y más abierto que hasta los ácaros que se comían la lana de las ovejas.
Aquí en España no existe pueblo, ciudad, aldea o villorrio que no tenga su Señora; su Virgen patrona, (Madre de Dios y de todo), .
Dicen que nuestra tan pequeña tierra como la suya (porque en esto de las medidas todo es relativo tópicamente hablando)es la tierra de María y desde ella le mando este rápido pero afectuoso comentario.
Un abrazo desde ultramar.
Gracias por elogiar cómo interpreto el Ave María, no creo que sea una versión excelente, sólo está cantada con el corazón.
Veo que mi vecino de arriba es un lobo; son los que mejor expresan sus sentimientos.
Un abrazo,
Muchas gracias, Weto, por el comentario llegado desde "la tierra de María". (Una precisión mariana sería que, en Lourdes, la Virgen se aparece a una muchacha, Bernadette, y en Fátima (Portugal)a tres pastorcitos: Lucía, Jacinta y Francisco). En Uruguay, la Patrona tiene un nombre singular: "Nuestra Señora de los Treinta y Tres". Su imagen se venera en la catedral de Florida, a 95 km de Montevideo. El nombre le vino dado desde siempre, por el hecho histórico de que los 33 hombres que comenzaron el proceso de independencia de nuestra patria, encomendaron a su intercesión los pasos que empezaban a dar. En otras palabras, acudieron a la Madre.
En realidad no me he querido referir a detalles que, a nuestra Señora, poco le han de importar.
Como Madre, creo que no se fijará en los detalles.
Nos acepta y nos quiere
Mal expresado por mi parte, quería unirme a Vd. en la celebración del día de la madre de donde sea, que vive ahora mismo en las madres y mujeres del mundo.
Espero seguir dialogando con Vd. y tener la oportundad de conocer a su Sra. hermana que vive algo más cerca.
Un afectuoso saludo y gracias por su Blog.
Muchas gracias, Weto: en efecto, a la Madre no le importa más que el amor de sus hijos.
Yo también espero conocerte... A la Madre le encomiendo conocer alguna vez el Puerto de Santa Marìa, lugar de origen de mi abuelo...
Un abrazo grande,
Jaime
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