
Diagramación de periódicos, en los tiempos en que el plomo fundido era la materia madre para imprimir los diarios, requería aprender a manejar el tipómetro, instrumento arqueológico que medía en puntos Didot los distintos cuerpos -tamaños- de letras. La verdad es que nunca me entusiasmaron, ni el tipómetro ni el arte de diagramar, porque es verdad aquello de que "lo que natura non da, Salamanca non presta". Pero don Luka, no obstante, no dejaba de animar e insistir: explicaba, corregía errores, sugería soluciones...
Cuando ya se está cumpliendo el primer año de este blog y es el momento adecuado para renovar su fachada apretando cuatro teclas de abracadabra, el recuerdo de don Luka me ha venido con especial fuerza: lo imagino diciéndome sonriente y con un dejo de ironía: "Lo felicito, le ha quedado muy bien"...
1 comentario:
Don Luka tendría razón de ese comentario...
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