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lunes, 5 de mayo de 2008

ESTAR EN ONDA

Esta semana voy a disponer de un celular. "¡Ya era hora!", me dicen. Y yo: "¡Llegó la hora!"... La verdad es que no quería tenerlo: ¿se imaginan, por ejemplo, lo que es estar confesando y sentir -me da igual el ring tone que sea- que otra persona te llama, y otra más después?... ¿Alguien se estará muriendo?, ¿adónde tendré que ir?, ¿de quién me olvidé?... - Bueno, déjelo apagado y ya está. - Ah, sí. ¿Y después qué hago con el montón de llamadas guardadas en la memoria infalible del aparatito, tan infalible que no te deja mentir?...
En fin, el tema es que, como ahora viajo al interior todas las semanas, el celular me ayudará -¡espero!- a organizarme las actividades. Pero veo con horror que, durante los viajes, seguramente caeré en lo mismo que detesto: hacer y recibir llamadas prescindibles al cien por ciento, perdiendo las horas que hasta ahora dedico a leer. (En un viaje y poco devoré "Cometas en el cielo": formidable).
Pero ahora, con mi celular, "estoy en onda", como me dijo una señora el otro día. - ¡Es importante estar en onda, Padre!, agregó feliz casi por completo. -¡Ah!, ¿sí?...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Apreciado autor, acabo de descubrir este maravilloso blog, a raíz del comentario del 11 abril sobre Alessandra Borghese.
Estoy muy contento porque me considero el admirador número uno de Alessandra en España, y celebro encontrar personas que hablen bien de ella, y sobre todo de sus creencias y valores católicos.
Qué alegría.
Si Dios no va por delante, no se llega a ningún sitio.
Un saludo y mi más sincera enhorabuena por este blog.

JAIME FUENTES dijo...

Me apropio lo que decíaPedro Vargas (cantante de "mi época"), al terminar una canción: "¡Muy agradecido, muy agradecido, muy agradecido!". Y que Dios nos ayude, a Alessandra Borghese y a todos.