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miércoles, 7 de mayo de 2008

CUANDO VINO EL PAPA... (I)

Hoy hace 20 años que llegó un gran santo al Uruguay. Normalmente, una persona que visita el país no pasa de Punta del Este... Cuando vino el Siervo de Dios Juan Pablo II, lo hizo a lo grande, como era él: Montevideo, Melo, Florida y Salto recibieron su cariño inmenso y su palabra.
Inmediatamente después de llegar y saludar al país, se dirigió al Estadio Centenario, donde pronunció una inolvidable alocución sobre la Eucaristía y dio la bendición con el Santísimo.
Nos dijo: “Yo quisiera que éste fuera un fruto de mi visita pastoral a vuestro país: que todas las familias uruguayas sean fieles en acudir a la fuente de gracia que es la Santa Misa”. Y también: “¡La fidelidad no se ha pasado de moda! Podéis estar seguros de que son las familias verdaderamente cristianas las que harán que nuestro mundo vuelva a sonreír” .
Desde el Estadio fue a la Universidad Católica, para dirigir un discurso al mundo de la cultura.
“A vosotros, estudiantes, os abro mi corazón. El Papa os ama y os acompaña. Estáis viviendo una etapa importantísima de vuestra vida en la que forjáis el futuro de vosotros mismos y de vuestra patria. Tened ideales altos. Recordad siempre que vuestra futura capacitación es sumamente importante para vosotros, para vuestra futura familia, para vuestro país. Sed responsables y generosos en el uso de las posibilidades que se os ofrecen. No dejéis de buscar a Cristo el cual iluminará con su luz cuanto vais descubriendo y viviendo” .


Todo lo que nos dijo Juan Pablo II a los uruguayos es patrimonio de la Iglesia universal. Para nosotros, es una herencia de un valor perenne que los años transcurridos no hacen más que aquilatar. Vale la pena leer y meditar sus palabras, con el espíritu con que las pronunció. Dijo al llegar al aeropuerto: "A ti, querido Uruguay, el Papa viene cargado de esperanza para anunciarte a Cristo. Amadísimos orientales: Escuchad a Jesucristo, abridle las puertas de vuestro corazón, de vuestras familias, de vuestras instituciones. Que nuestro encuentro mueva a todos y a cada uno a fijar su mirada en Jesús".


3 comentarios:

j.a.varela dijo...

Gracias. Lo enlacé.

j.a.v.

CRIS dijo...

Hola, he leído tu post sobre la visita a Uruguay de Juan Pablo II.
Yo vivo en España,un país que visitó varias veces y en todas ellas nos dejó un testimonio importantísimo.
Yo empecé a disfrutar de él con 20 años, cuando gracias a Dios ya me había caído del guindo y tuve la ocasión de acudir a las jornadas mundiales de la Juventud en Loreto, en verano de 1999.
¿Qué puedo decir? Es el "Papa de mi vida", gracias a su fuerza y alegría aprendí a ser mejor Cristiana, gracias a su valentía, pude dar testimonio muchas veces, gracias a su perseverancia, pude no desanimarme en el camino y sobre todo...gracias a su vocación, pude abrazar la mía como esposa y madre de familia.
Me resulta imposible no conmoverme.
A los jóvenes siempre nos mimó y nos habló con verdad...Un 10 para Juan Pablo.

JAIME FUENTES dijo...

¡Gracias, Cris! Le debemos TODO a Juan Pablo II.