Páginas

martes, 8 de abril de 2008

UNA ORACION POR TIBET



El Tibet está más cerca del mundo que nunca. Tenzin Gyatzo, el Dalai Lama, su líder espiritual y político, Premio Nobel de la Paz 1989, ha conquistado en estos días una consideración aún mayor en la opinión pública.

Esta mañana vi con mis alumnos la entrevista que le hizo Blanca Rodríguez en 2006, cuando visitó Buenos Aires. Tenzin Gyatzo habló en su calidad de líder mundial del budismo y subrayó la importancia del cariño en el desarrollo de la personalidad; habló de la tolerancia; habló de los intentos de negociación con China, para que el pueblo tibetano consiga una autonomía que le permita salvaguardar su cultura. El Dalai Lama habló de la importancia de la meditación y no hizo ninguna referencia a Dios, porque es un tema que no forma parte de los intereses budistas. Me da la impresión, no obstante, que a Dios le interesa también el pueblo tibetano.

3 comentarios:

j.a.varela dijo...

Entiendo que su sintonía con este Sr. puede tener motivos más profundos que para el común de los mortales. Es muy comprensible. Sobre todo ahora que puso su foto - detalle que me parece muy profesional- y algunas coincidencias quedan al desnudo.

j.a.varela

Anónimo dijo...

como dijo Juan Pablo II: Son diferentes caminos de llegar a Dios. Negarles ayuda sería ser igual de cerrados que Mao.

Minerva dijo...

"Los caminos del Señor son misteriosos". Los budistas son también hijos de Dios, y Dios es un misterio. Debajo del Oráculo de Delfos decía "Conócete a tí mismo", es decir, al hombre. Quizá la meditación sea el camino para conocerse ellos mismos y, así, a Dios. Los cristianos tomaron el camino del amor.